Ismael, el hijo de Agar
El joven, miro a cierta distancia a su madre, el inmenso desierto, el odre sin agua. Sintió una sed angustiosa y pensó en su madre. Había sido echada y liberada, sin embargo, la muerte los acechaba.
Desde las profundidades de su alma, reclamo a Aquel que hace catorce años, estando en el vientre aun, le había prometido, que haría de él, una nación grande. Por su memoria, pasaron siglos de historias en ese instante eterno, la rosa y la espada, la media luna y un ejército como langostas, conquistando reinos y uno de los suyos, exclamando: “No hay más dios que Alá y Mahoma es su profeta".
Broto el agua, la madre se levanto y vio al ángel, que luego cientos de años después acompañara a su descendiente a conquistar naciones.
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Autor:
mauro marte (
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- Publicado: 11 de mayo de 2025 a las 20:14
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 24
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, Tommy Duque, EmilianoDR, pasaba
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