Mi mujer, mi cómplice, mi amante,
mi mañana, mi sol, mi aura,
mi gozo y mi condena, mi martirio
sagradamente en mi mayor delirio...
hacemos el amor, en poesía...
solamente para eso vine a este paraje,
vine solo con mi alma, sin maleta...
solamente para amar sin la perversión
de silogismos, solo para amar
con el alma... amar sin descanso....
amar hasta desfallecer...
sin que me puedas decir basta, oh mía,
rumbo a la eternidad,
en la plenitud de la felicidad;
estoy en medio del delirio
porque muero poco a poco
cuando me tocas el alma,
cuando me oprimes al sosiego,
y a mi me satisface,
en este acto que me exalta,
plenamente en la noche, plenamente en el día,
si tan solo se me concede
el llamarte desde mi alma que se derrite:
mía, solamente mía...
mas debo detenerme,
que el corazón se me paraliza,
debo calmarme... amar sin prisa,
debo recostarme en tu sonrisa,
mientras mi alma duerme,
solo duerme...
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Autor:
GDA (
Offline)
- Publicado: 11 de mayo de 2025 a las 13:20
- Categoría: Amor
- Lecturas: 17
- Usuarios favoritos de este poema: Hugo Emilio Ocanto, EmilianoDR, Antonio Pais, Classman, Pilar Luna
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