Si el destino nos deja.
yo te juro, amor mío, que un día
levantaremos un cielo en la tierra,
con los restos del alma vacía.
Nos iremos donde el tiempo no duela,
donde nadie interrumpa el suspiro,
y mi pecho, herido de esperas,
por fin duerma en tu abrigo tranquilo.
He guardado en silencio tu nombre
como rezo que nunca se olvida,
como flor que se niega a la tumba
aunque el mundo le arranque la vida.
Te imagino llegando en la brisa,
con tus ojos brillando de fe,
y mi alma, cansada y marchita,
reflorece tan solo por ver.
No hay promesa que pese más fuerte
que el deseo de verte llegar,
ni tristeza más cruel y más cierta
que este amor que no puede tocar.
Pero aún así, yo resisto, yo espero,
con la fe de los locos sinceros,
porque sé que vendrás, vida mía,
como lluvia que sana los cerros.
Nos amaremos, te lo juro, llorando,
de rodillas, con risas, temblando,
porque un amor que ha sufrido en silencio
es un fuego que nunca está blando.
Y si el mundo no quiere entendernos,
que lo vea arder sin remedio:
ser felices también es rebelde
cuando el alma ha vivido en destierro.
Un día, al fin, entre flores y besos,
tus manos serán mi oración,
y sabremos que todo este duelo
era solo el preludio al amor.
Nelson Aburto Alemán.
NE_LA°.
-
Autor:
NE_LA° (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 10 de mayo de 2025 a las 15:47
- Categoría: Amor
- Lecturas: 8
- Usuarios favoritos de este poema: Nelson Aburto Alemán., ElidethAbreu, Antonio Pais
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.