Carta De Renuncia A Un Sueño

Carta De Renuncia A Un Sueño

Tu existencia iluminó mi vida de una manera que nunca imaginé posible. Cada mirada, cada palabra, cada risa compartida fueron destellos de un sueño que sabía que no debí soñar. Fuiste una inspiración, un refugio, un susurro de lo que significa amar con el alma. Pero sé que el verdadero amor también implica renunciar. Respetar tus caminos, tus compromisos, y la vida que construiste antes de que yo apareciera.

Por más que mi corazón te reclame, debo honrar lo que eres y lo que tienes. Te llevo conmigo, no como una herida, sino como una lección de lo hermoso que puede ser sentir algo tan puro, incluso cuando no se puede ganar a la realidad. Gracias por ser parte de mi historia, aunque fuera solo un capítulo que debía cerrar. Te deseo una vida llena de amor, alegría y paz, porque eso es lo que mereces.

A veces creo que lo más cruel de la vida es ponerte frente a algo tan hermoso, tan perfecto, para luego recordarte que no te pertenece. Así me siento contigo, como si el universo hubiera querido mostrarme qué significa amar de verdad, pero solo para luego quitármelo.

No busqué sentir esto por ti, no quise que te volvieras tan esencial para mi existencia. Llegaste con tu sonrisa, con esa manera de iluminar el mundo, y sin saberlo, encendiste algo en mí que había estado dormido durante tanto tiempo. No fuiste solo un destello, fuiste una tormenta, un huracán de emociones que me arrastró sin darme cuenta. Pero la realidad es implacable, y esa realidad me dice que no puedo tenerte. Tú perteneces a otra vida, a otro destino que no me incluye.

Y aunque sé que sería egoísta desearte solo para mí, no puedo evitar imaginar un mundo donde todo fuera diferente, donde yo pudiera ser quien sostenga tu mano, quien compartiera contigo los días y las noches, los sueños y las luchas.

He intentado convencerme de que renunciar a ti es lo correcto, que es lo más noble que puedo hacer. Pero no hay nobleza en esta tristeza, no hay alivio en este vacío. Renunciar a ti es como arrancarme una parte del alma y tratar de vivir con el hueco que queda. Sin embargo, lo hago porque te amo, porque respetar tu vida y tus decisiones es la única forma de demostrarlo.

Quiero que seas feliz, incluso si eso significa que yo no tenga que serlo. Quiero que cada uno de tus días esté lleno de amor, incluso si ese amor no puede venir de mí. Y quiero que sepas, aunque quizá nunca leas esto, que siempre tendrás un lugar en mi corazón, un rincón al que nadie más podrá llegar.

Renuncio a ti porque amarte en silencio es un fuego que me consume, pero en la distancia encontraré la paz que aquí me falta y sé que estarás mejor sin mí.