Ecos de Venus

Tus curvas dibujando el horizonte

vibrando en su destello sin saber

que el cielo, al contemplarte, le responde,

hallando su sentido en tu piel

Contemplo los silencios en tus labios

la curva delicada, suave altar,

y el tiempo se disuelve entre los sabios

instantes donde el alma halla su paz.

Tus ojos son dos mares tempestuosos,

serenos cuando amaina el temporal,

paisaje natural, sutil y hermoso,

donde trasciende la inmortalidad

Tu voz, rumor que danza entre los vientos,

melodía que al alma sabe hablar,

despierta en mí los íntimos momentos

que duermen bajo el velo del azar.

Tu risa es el rocío en la mañana,

cristal que en luz se quiebra al respirar,

sonidos de una esencia tan cercana,

sinfonias que al cuerpo hace vibrar.

Tu ser es escultura en movimiento,

danza entre lo etéreo y lo real,

emoción brillante en el momento 

donde el poeta encuentra su rimar.

La luz que se refleja en tu cabello,

son hilos donde el oro quiere hallar

cristales que expandan su destello,

armonía de un aurora boreal

Tus manos, geografía de caricias,

camino donde el alma quiere andar,

Sutiles como dedos de pianista 

secretos que estremecen al rozar

Tu porte como almendro florecido 

que el nácar te refleja al caminar,

rosales de un olor desconocido, 

fragancias que te invitan a soñar.

Tu cara luna llena fluorescente, 

luz viva que agudiza tu brillar, pintores trazan lineas suavemente, 

terciopelo en tu boca al suspirar.

Y Venus de entre las nubes asoma,

en sus ojos se refleja tu Mar,

donde el aire se torna en

dulce aroma,

y el cosmos se contagia de tu Paz.