Soy en tu vida un alma pasajera,
una brisa fresca, efímera, ligera.
Me atrapaste sin buscar, y ahora que anhelo más,
me sueltas, me dejas caer como una flor marchita.
Sé que la vida así es, un ciclo de caídas y renacer,
pero este dolor, tan intenso, me cuesta superar.
Aún espero tus mensajes, con una fe ingenua,
aunque mi razón me dice: "para él, no eres necesaria".
Me usas, te burlas, un juego cruel que me hiere,
y cuando huyo, me atrapas con un dulce abrazo.
Vuelvo a caer, una y otra vez, en tu red,
te quiero a pesar de saber que es un error.
Tú, alma vieja, conocedora de los caminos del amor,
y yo, alma nueva, aprendiendo con dolor.
La diferencia de nuestras edades, una brecha que duele,
una herida que sangra,
¿Qué sería si el tiempo nos hubiera unido?
¿Si Dios me hubiera traído antes, o a ti un poco más tarde?, nuestros caminos quizás se hubieran encontrado, sin lucha.
No habría miedo a las miradas, ni al juicio ajeno,
nos entenderíamos mejor, con historias compartidas.
Ni tu experiencia, ni mi ingenua inexperiencia,
serían barreras para amarnos, sin dolor ni conflicto.
Pero queda en mi corazón la esperanza, una flor que florece,
en versos que jamás leerás, mi jardín secreto.
Un lugar donde la diferencia de nuestras edades no importa,
donde nuestro amor puede crecer, al menos en sueños, libre de este dolor.
-
Autor:
Nocturno_ Arrecife (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 9 de mayo de 2025 a las 19:03
- Categoría: Amor
- Lecturas: 7
- Usuarios favoritos de este poema: Poesía Herética
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.