Soy el fuego que se avivó con besos y con gritos,
el alma que se forja con el amor que nunca calla.
Me alimento de pasiones que no se extinguen,
y cada latido mío es un juramento al viento.
No busco la guerra, pero en mi pecho siempre arde,
porque la fuerza no se mide en acero ni en llanto.
La fe es mi escudo, la fe mi espada:
con ella cruzo montañas y destruyo el miedo.
El amor es mi viento, mi compás y mi guía,
sin él, no existiría ni la razón ni la furia.
Y la pasión es mi sangre, lo que nunca se detiene,
la llama que enciende mis noches, la que nunca apaga el día.
Camino por senderos que no temen a la oscuridad,
porque sé que dentro de mí, en cada paso, hay un sol
que no depende del cielo para brillar,
y un corazón que es más fuerte que cualquier dolor.
Soy invencible no porque nunca caiga,
sino porque siempre me levanto con el amor que arde,
con la fe que me sostiene y la pasión que me guía,
un guerrero que no conoce derrota,
porque nada puede vencer lo que es eterno en su alma
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Autor:
Loiiz. (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 9 de mayo de 2025 a las 10:56
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: pasaba, nachosol, Poesía Herética, Ricardo E.F., alicia perez hernandez, rubén3k 🇲🇽
Comentarios2
Estimado amigo Karonte, la fuerza del espíritu, la fuerza interior, la que al caer nos levanta (como lo expresas en tu verso), un guerrero de la vida en definitiva, tomando tus dos últimos versos. Un épica que insufla aliento a quien lee, y eso es poesía desde el pecho que siente. Abrazos.
Gracias mi estimado amigo y poeta Ricardo, por ver mis poemas con esa profundidad y afecto, te lo agradezco profundamente. Te envio un fuerte abrazo hermano.
Muy profundo el poema. Saludos desde México
Gracias poeta por verlo de esa manera, de esto trata la poesia, sentirla, vivirla y disfrutarla. Saludos.
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