La Verdadera Belleza del Mundo

Siempre Juntos…

Desde lo más profundo de mi alma,

desde donde la lógica no alcanza,

donde las palabras se quedan cortas,

justo desde ahí…

trataré de explicarte

lo que mi alma ve en ti.

 

En este mundo,

donde el hombre finge amor para tener sexo

y la mujer finge sexo buscando amor,

y el narcisismo avanza,

existe una belleza

que no se puede nombrar

con palabras comunes.

 

No es la belleza

que todos admiran a simple vista.

No es cuestión de talla,

ni de altura, ni de edad.

No es la belleza del enamoramiento

que se autoengaña

viendo solo un reflejo

de lo que desea ver.

 

La auténtica belleza

es una luz que solo se percibe

con los ojos del alma.

Y se revela

en la forma en que enfrentamos el mundo.

 

Es la manera en que una persona

decide qué guardar en su corazón

de cada instante difícil de su vida.

Es la belleza del alma,

y solo se puede ver

con los ojos del alma.

 

Se muestra con fuerza

ante los momentos más dolorosos:

el abuso, el abandono,

el rechazo, la traición

y la muerte.

 

Frente a estos,

la gente inconsciente

y la gente herida

reacciona con odio,

con resentimiento,

con deseos de venganza.

Esa es la pobreza del alma,

esa es la obscuridad,

esa es la muerte en vida,

aunque se disfrace de éxito,

belleza física o alegría.

 

Pero existe otra belleza,

la que solo se alcanza

conociendo profundamente a Jesús.

Es la belleza de sus actos,

la belleza de quien se entrega

sin reservas,

de quien elige amar y perdonar

donde otros escogen odiar.

 

Esa es la belleza

que el mundo no comprende,

y quien la tiene

es profundamente vulnerable

en un mundo saturado de abuso.

 

Esa es la belleza

que habita en ti

y en mí.

Una belleza sin límites,

que solo sabe entregarse.

Que ama tanto

que incluso puede confundir el abuso

con una oportunidad de amar más.

 

Nace del miedo

de no sentirnos suficientes,

pero cae en almas

sin límites para amar.

 

Esa es la belleza que veo en ti.

 

Me conmueve verte elegir el amor

aun en el abuso,

y donde otros eligen odiar,

tú elegiste amar más.

Amo ver cómo no guardas rencores,

aunque tengas razones para hacerlo.

Prefieres, de forma natural,

la compasión a la venganza,

el amor al resentimiento.

 

Tu fe es firme.

No se quiebra con el conflicto

ni se apaga con la duda.

Confías con una profundidad

que me inspira a ser mejor,

como quien ha comprendido

que vivir con el alma limpia

siempre vale la pena.

 

Tu mirada es transparente,

no porque lo intentes,

sino porque tu alma

no sabe fingir.

 

Tus ojos lo dicen todo.

Tu forma de mirar

tiene una pureza tan real

que revela, sin querer,

lo que guarda tu corazón.

Es mi mejor aliada.

 

Amo profundamente

que estés tan abierta

al amor de Dios.

Porque eso, por sí solo,

ya es un milagro.

 

Ese amor que cae y se levanta,

que tropieza mil veces

y aun así…

vuelve a amar

con más fuerza.

 

Un amor que va más allá de la emoción,

que no depende del instante

ni se desvanece con el tiempo.

Un amor que es entrega,

paciencia y verdad.

 

Y como un regalo inesperado,

toda esa belleza interior

viene acompañada

de una mujer hermosísima,

un cuerpo que extravía mis sentidos,

una piel que despierta

mi más poderosa energía:

la que da vida.

 

Tú eres la verdadera belleza:

la que nace del alma,

la que trasciende lo visible,

la que solo los ojos del alma

pueden ver.

 

Esa belleza habita en ti.

Y yo, muy afortunadamente,

la puedo ver.

 

Eres una mujer muy amada.

Aprendamos a vivir sin miedo.

 

Tú eres, para mí…

la mujer más hermosa del mundo.

Y yo soy,

el hombre más afortunado del mundo.

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Comentarios +

Comentarios1

  • Ana Blanes

    Me encanta las ideas que expresas y la manera en que lo haces. Yo también creo en esa clase de amor, que yo comparto con mi esposo.
    Me ha extrañado que estuviera marcado para mayores de 18 años. Me hubiera perdido leer el poema si no fuera porque no me di cuenta. Verás, vivimos en un mundo en ocasiones muy corrupto y cruel, y como protección no leo los poemas así marcados (aunque muchos sin duda son estupendos) por si chocan mi excesiva sensibilidad y con mis valores cristianos.
    Pero los tuyos que he leído solo transmiten amor, pureza y las emociones más bellas y limpias que se pueden encontrar.
    Enhorabuena, poeta.



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