En un mundo donde los muertos despiertan,
uno se alza con conciencia y con fuerza.
Está en su grito la decisión:
un zombi que elige su dirección.
Soy el primero en alzarme de la ceniza fría,
mi carne está podrida, pero mi mente desafía.
No he cerrado mi historia,
no soy menos por morir.
Los muertos ahora mandan
en su propio porvenir.
Aquí no me voy a pudrir.
Los muertos deben decidir
el momento de su morir.
Aún me queda mucho por vivir.
Mis pasos resuenan, aunque mi andar se tambalea,
el tiempo ya no importa, no me rige su marea.
El pasado es olvido, y el presente es ardor,
no me frenan ni las lluvias ni el viento abrasador.
Caminos oscuros vienen a mi encuentro,
pero avanzo sin miedo, desgarrando el viento.
Este zombi no tiembla por lo que vendrá:
soy dueño de mi muerte, y no miro atrás.
Aquí no me voy a pudrir.
Los muertos deben decidir.
Mi fin no será gris ni sutil:
es mi vida, y lo decido así.
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Autor:
Esther Alba (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 8 de mayo de 2025 a las 04:26
- Categoría: Gótico
- Lecturas: 9
- Usuarios favoritos de este poema: EmilianoDR, Poesía Herética
Comentarios1
Gracias Esther por tus letras.
Forjamos nuestro destino poeta.
Saludos.
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