Te volví a encontrar después de tanto tiempo,
y al mirarte, noté en ti un cambio profundo,
huellas de experiencias que han dejado su marca,
misterios ocultos que danzan en la penumbra de tu ser.
Nuestros ojos se cruzaron,
en ti vi la sombra de una esencia que, a pesar de su oscuridad,
resplandece con la luz radiante de una joya preciosa.
Tu corazón, intacto ante las tormentas del tiempo,
sigue siendo dulce como un susurro en la brisa,
tu apariencia no revela el mágico encanto que llevas dentro.
Y esa sonrisa tuya... oh, qué maravilla,
Es un destello que eclipsa a las estrellas mismas,
una luz que irradia ternura y calidez,
capaz de iluminar los rincones más oscuros del alma.
Eres como la noche misma un lienzo de oscuridad y misterio,
donde la soledad y la melancolía se entrelazan con una belleza inigualable,
un torrente de emociones que despiertan los corazones valientes,
dispuestos a sumergirse en esta perfecta sinfonía.
Me cautivas no solo porque he descubierto en ti lo más hermoso,
sino porque eres el refugio que mi corazón anhela.
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Autor:
Jazmín Esquivias (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 8 de mayo de 2025 a las 01:45
- Categoría: Carta
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, EmilianoDR, Poesía Herética
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