En la noche desolada, mi gabán es mi refugio
Las manos en los bolsillos, mi corazón en penumbra.
Vagabundo sin rumbo, el caminante de la vida
Busco una luz en la oscuridad, una esperanza que me guíe.
De repente, una ventana se ilumina
Una luz que se desborda, un faro en la noche.
Me acerco a espiar, mi corazón late con fuerza
Veo a una mujer, una diosa en la penumbra.
Su cabello largo, su vestido negro azabache
Me hipnotizan, me atraen como un imán.
Su figura, su aura, irradia una luz celestial
Y yo, un simple mortal, me siento atraído por su belleza.
En sus ojos, veo un reflejo
Un eco de mis propias emociones.
Su sonrisa, un espejo de mi alma
Me muestra lo que he estado buscando.
Me siento identificado con ella
Como si fuéramos dos almas gemelas.
Mi curiosidad se convierte en conexión
Siento que he encontrado mi destino.
Sentí esas emociones del deseo,
observando y sintiendo cada latido que late.
Latido tras latido, mi corazón me iba a delatar.
¡Yo! Espía silencioso con ojos de águila
Veo todo, cada suspiro, cada movimiento.
El detective del deseo, yo, el caminante de la noche, que se vuelve prisionero, atrapado por su red sin escapatoria, sin remedio.
Envuelto en su belleza
me volví el Espía del Amor...
La oscuridad se desvanece
La luz de su presencia me envuelve.
Me siento completo, me
siento vivo
Y sé que nunca la olvidaré.
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Autor:
EMERSON RUIZ (
Offline)
- Publicado: 7 de mayo de 2025 a las 18:48
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 8
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, EmilianoDR
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