ATRÁS

KETZAL

Es persecusión esta necesidad de márgenes

La condición de mi existencia oscila entre el saber

El saber deviene en los sentidos

Cuando acabe el viaje importará el saldo

 

Cómo debo buscar los límites sin caer como cientos de lágrimas

Inclino mi cuerpo y lo busco en una ficción instantánea

Ya sé que nada dice la dualidad

Ya sé que sobre todo no debo

 

No es el título, el nombre o el adjetivo

Es el verbo sediento

Y el asfalto resiste

Y los ríos no se cansan de decir

 

Busco el consuelo con los ojos cerrados 

Resigno mi médula y vivo en el pensamiento

Quién explica mirándome con el cuerpo

Recae el tiempo y los segundos punzan los latidos

 

Respiro al costado de la sombra

Es un deber dirigirme hacia mi indiferencia

Qué ocupa el espacio entre el olvido y abandono

Recalco la sensación de exhorcizar el presente

 

Resisto y mi cuerpo ya no solo susurra

Los sueños transcurren como río subterráneo

Cuál margen se me niega y parpadea

Esta vida me enseña la medida justa de mis manos

 

Si lloro nada cambia

Si grito nada cambia

Si duermo nada cambia

Dónde está el templo de lo amado

 

La fluctuación de la palabra, alcanzará?

Cuánto oxígeno he perdido y he desdeñado

Observo el aleteo de la vida

Y este océano se hace mínimo

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