Hay ocasiones cuando duermo
veo los días que llegan deshojados
y siento nostalgias de invierno
arropar el silencio cuando a solas
comparto el pan y la sal de un deseo
y tú, esbelta como gacela,
desnuda de promesas vienes a mí
diáfana como la luz del día,
como las notas de una canción
que a medio silencio de la noche
suena cadenciosa y sutil.
Es entonces que despierto sin despertar
y se vuelven crisantemos
cada copo de nieve que golpetea la ventana,
cuando la noche se queda sin argumentos
para pedir a la luna que se oculte
y al viento que no suspire,
donde te sorprende la muerte sin morir
y la vida sin vivir, es en ese momento
cuando el río que recorre tu interior
es afluente con la gloria
y la oscuridad se aclara, que de seguro
sí dejo de existir, existiré en ti,
en tus ojos, en tu voz y en tu sonrisa,
es entonces que tu corazón es el mío
y tu piel mi piel, hasta que amanece.
Autor…reh
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Autor:
Rafael Elias Huerta (
Offline)
- Publicado: 7 de mayo de 2025 a las 00:59
- Categoría: Amor
- Lecturas: 22
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Llaneza, Rusalia, JUSTO ALDÚ, Pilar Luna, ElidethAbreu
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