Epitafio del cariño
La tristeza es infinita,
se oscurece la visión,
cuando acaba una ilusión
el cuerpo se debilita.
El silencio también grita,
por más que el dolor se ignora,
la alegría se evapora,
también se sufre cantando.
Si me ven solo, pensando,
sonriendo también se llora.
Voy cargando el ataúd,
con rumbo a la sepultura,
para enterrar la amargura
que me dejó tu actitud.
Camino con lentitud,
llevo en mi mano una rosa,
para dejarla en la fosa
o que la deshoje el viento.
De olvidar hago el intento,
con la esperanza borrosa.
Hoy borraré mi recuerdo
para que así no me pienses
y a mi vida recompenses
si en el olvido me pierdo.
Ya no insisto, ya no muerdo
me marcharé lentamente,
que me arrastre la corriente,
al exilio de tu risa;
donde se apaga la brisa
me ocultaré dignamente.
✍️ Maikel Mendoza
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Autor:
El Poeta de turno (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 7 de mayo de 2025 a las 00:34
- Comentario del autor sobre el poema: Una despedida escrita con el alma, cuando el olvido se vuelve el único camino hacia la paz interior. espero les guste.
- Categoría: Triste
- Lecturas: 8
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Miguel Reyes, Rusalia, Santiago Alboherna
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