Un amor pintado con acuarela

Adoradom

Un pintor un sueño tuvo,

Una hermosa,

Muy bella y preciosa dama,

A su mente vino,

Un sueño,

Que real parecía,

La dama de amarillo iba,

Con un bolso,

De un mismo color,

Sus zapatos,

Lindos de charol,

Del color de sus ojos,

Azules como el mar,

Sentada estaba,

En una terraza,

Que reconoció el pintor.

Un lienzo cogió,

Y plasmó lo soñado,

Tan real como el sueño,

Con mucho amor,

Terminado el lienzo,

A descansa fui,

Y cuando desperté,

A esa terraza,

Marché,

Y esa terraza,

Me acerque,

Tal como el sueño,

Allí estaba,

Una linda dama,

Con sombrero amarillo,

Vestida tal y como soñé,

Mis ojos creérselo,

Le costó,

Como posible es,

Que una pintura,

El futuro me deja ver,

Me acerqué y permiso le pedí,

Consentimiento me dio,

Me presente,

Y ella también,

Nuestros nombres nos dimos,

Y tomando un té,

Charlamos hasta el olvido,

Como si nos conociéramos,

A gusto estábamos,

Reíamos,

Nos divertíamos,

Y al anochecer,

A su casa acompañe,

En su puerta la deje,

Quedando citado,

En el mismo lugar,

Pero recogiéndola yo,

Como un caballero,

Por supuesto,

Ella acepto,

Y a la hora fijada,

En la puerta de su casa,

Nos encontramos,

Al mismo lugar,

Marchamos,

Y así, día tras día,

Un empeño conseguí,

Conquistarla y enamorarla,

Todos los días nos veíamos,

Y nuestro corazón,

Un flechazo nos llegó,

Mirándonos nos quedamos,

Un buen rato,

En silencio,

Tan solo escuchando,

A cupido aleteando,

Es preciosa,

Mis ojos se pierden en los suyos,

Mi mente tan solo en ella piensa,

Cogidos de las manos,

Mariposas flotaban,

Un ambiente romántico,

Nos rodeaba,

Impulsados por una sensación,

Nuestros labios se besaron,

Me sentía en la luna,

En isla paradisiaca,

Juntos en la arena,

Dándonos el sol,

En nuestros cuerpos,

Después del beso,

En mi hombro se acurruco,

Despegarme de ella,

No quería,

Pero a su casa tenía que llevarla,

Cogiditos de la mano,

Y charlando de un futuro,

En la puerta de su casa,

Nos encontramos,

La luz encendida estaba,

Y me invito a entrar,

Sus padres estaban,

Y presentármelos quería,

Accedí,

Cuando entramos,

Sus padres nos esperaban,

Elegantemente, sentados estaba,

Se levantaron,

Nos presentamos,

Y no sentamos,

Hablamos muchas horas,

Como si nos conociéramos,

A gusto estábamos,

En un momento,

Elizabeth con su madre,

A la cocina fue,

No sin antes,

Un beso darme,

Con el padre me quede,

Al lado justo de la chimenea,

Preguntas varias me hizo,

Sobre trabajo,

Economía y demás,

Las respuestas,

Le satisficieron,

Buena entrada tuve,

Cenamos esa noche,

Y después me marche.

Ya no esperaba en la puerta,

La recogía en su casa,

Después de un rato con ellos estar,

Buenas sensaciones les daría,

Contentos estaban cada día.

Un día me llamo,

Auxilio solicitaba,

A su padre un ataque de corazón,

Le dio,

Pronto en su domicilio,

Me persone,

Un masaje en el pecho,

Le aplique,

Y en segundos reacciono,

A mi novia y su madre,

Le comunique que al hospital lo llevaría,

Que tranquilas estuvieran,

Y así lo hice,

En el hospital,

Una noche paso,

Y yo con él,

Al día siguiente,

 A su casa lo lleve,

Madre e hija,

Llorando me abrazaron,

Y en ese momento,

Pedí la mano de mi futura mujer,

Y de rodillas ante ella,

Me postré,

Sus ojos de alegría lloraban,

Un sí sonoro escuche,

Sus padres alegres lo corroboraron.

Elizabeth y yo,

Preparamos la boda,

Desea por la iglesia,

Y así lo hicimos,

Llena entera estaba,

En el fondo asomada,

Cuando la música sonaba

De blanco como las nubles,

Preciosa, con velo muy lindo,

Poco a poco se aproximaba,

Cogida del brazo,

De mi futuro suegro,

Que muy elegante iba,

Entregándomela al pie del altar,

Y al lado de ella quedándose,

En mi lado mi suegra,

Comenzó la misa,

Mis ojos no se apartaban,

De los de ella,

Le levanto el velo,

Los juramentos hacemos,

Las arras,

Y los anillos,

Y un beso confirmo,

El matrimonio,

Felices los dos estábamos,

Y a partir de ese día,

Vivimos felices,

Y comimos perdices,

Nada nos separó,

 Los hijos vinieron,

Los abuelos los conocieron,

Y más felicidad,

No podíamos tener,

Todo alcanzamos,

¿y el cuadro?

Colgado está en nuestro salón,

Dando gracias por ese sueño,

Que todo me cumplió.

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Comentarios +

Comentarios1

  • alicia perez hernandez

    FELICIDADES!! SI ES VERÍDICO, ES HERMOSAMENTE PRECIOSO TODA UNA VIDA RESUMIDA EN UNOS BELLÍSIMOS VERSOS.



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