Te quise escribir todo lo que me he guardado y quisiera decirte ahora, pero a veces suelo pensar que ya te lo he dicho todo o que ya sabes lo que quiero decirte ahora. La tristeza me invade y tú no sabes.
El silencio, oh bendito silencio que guardo, que me asesina, me carcome el alma por callar ni plasmar nada de lo que mi alma grita. Bendito digo, porque la vida desde tu ausencia, se ha vuelto peor que la muerte, y digo esto sin saber lo que es morirse, pero me parece la muerte aún más pacífica que todo el dolor que me causas, o tal vez lo correcto es decir que yo me causo pensando en ti, recordarte es mi destierro de la vida, mi maldición cómo hombre que amó.
Todo es escandaloso, los sentimientos y pensamientos que nacen en mi corazón afligido por el anhelo de mi alma de encontrarte una vez más y apaciguarme eternamente en un abrazo tuyo. Pero todo se reduce al hecho de poder decirte que te extraño, pero entiendo mi culpa y acepto mi responsabilidad por haberte dejado, aunque haya sido contra mi voluntad, mi acción, aunque dudosamente sabia, radicó en amor.
No pretendo ya, cambiar algo, porque aún conservo la cordura y sé que eso es imposible; solo anhelo que estés bien y saberlo, deseo que nuestras heridas sanen y nos amemos en diferente forma, en una relación a distancia dónde no hablemos ni nos topemos, pero estemos convencidos de que estamos bien así, aunque nada nos una más que el amor paradójicamente, de una forma aparentemente negativa.
Hasta siempre, dónde nunca me leas, con amor, yo.
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Autor:
Zacarias Santizo López (
Offline)
- Publicado: 4 de mayo de 2025 a las 23:35
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 10
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