Agencia Nacional del Genocidio.

Los genocidios que se están realizando en el siglo XXI,  no pueden dar la impresión a la ciudadanía,  que obedecen a los beneficios de  las juntas de accionistas de empresas privadas de turismo, minería, madera, armamento de las grandes naciones desarrolladas, o que sean un despilfarro para una nación. Por eso, es necesario más que nunca incorporar una agencia  para el genocidio, ya que el genocidio implica mucha burocracia. La lógica de la vida humana hoy en día está ligada a  una única realidad: el beneficio personal. La muerte de pueblos enteros, el exterminio  de masas humanas, dan grandes oportunidades de negocios, ! pero no es barata la industria de la muerte!. Se está costeando con los impuestos de unos ciudadanos, a los que no se les está explicando debidamente cuánto van a ganar por participar en la financiación de la muerte. Eso es debido a que no hay una agencia  del genocidio que publicite las oportunidades laborales, y de futuro a sus ciudadanos, el día después del holocausto, cuando ya no se vean las piras de cadáveres humeantes, ni se escuchen los alaridos de los heridos mutilados y moribundos, o el llanto por el hambre de los bebes agonizantes; que en ocasiones, a la población más débil y carente de la voluntad del superhombre de Nietzsche puede conmover. La Agencia  del Genocidio sería la encargada de realizar el estudio pormenorizado de las hambrunas, enfermedades, bombardeos, que van a ser necesarios emplear en estos trabajos de genocidio, así como diseñar planes para que sus ciudadanos perciban el genocidio como algo que ocurre en otro planeta, y no interfiera en sus vidas personales de ocio, turismo y consumo. También esta agencia  tendrá la misión de elaborar los planes presupuestarios y financieros necesarios para llevarlo a cabo  el genocidio con éxito, es decir , rentable. Del mismo modo  será la Agencia , la  encargada  de publicitar los resultados de los proyectos genocidas  en los boletines oficiales de la nación, y velar siempre del cumplimiento  riguroso en el parlamento y senado , de que se está llevando  a cabo siguiendo las directrices sobre política internacional, nacional y medioambiental sobre genocidios.

Los genocidios del siglo XXI no pueden cometer los mismos errores del siglo XX. 

La población no debe  sentir vergüenza, ni culpa, por participar en un genocidio. En esto la agencia  debe hacer una función fundamental para levantar el animo a la población, hacer que participe de forma democrática en el holocausto, ya que en otras ocasiones históricas han resultados dolosos, y a la larga ha traído un déficit reputacional de la nación genocida, y una elevación de la minoría victimizada.

La agencia  del genocidio será la encargada de hacer comprensible  a sus ciudadanos,  que su beneficio personal va a estar ligado al beneficio de su nación, porque hoy por hoy , una nación con capacidad para realizar un genocidio, es una nación segura, prospera , plenamente democrática,  realista, madura, que respeta y ama a sus ciudadanos,  participa en el comercio internacional, en los festivales de música,, goza de crédito ilimitado ,  apoyo de las naciones más poderosas que aplauden sus acciones, y le animan a terminar el trabajo empezado, ante el bostezo mundial por  el exterminio de un pueblo, que muere por no ser rentable, por  no tener ciudadanos cuya  ambición y meta personal sea estar de lunes a lunes  en los  centros comerciales con su tarjeta de crédito, dedicados a comprar productos de las naciones genocidas. Con ese pequeño gesto de esforzarse en vivir como un pequeño tendero burgués, un ciudadano yankee , inglés, o español, ajeno a otra cosa que no sea sus pequeños placeres y pasiones personales, cualquier nación puede salvar a sus ciudadanos, si adoptan los estilos de vida de las naciones genocidas. La agencia  del genocidio también debe divulgar estos valores preventivos del genocidio a naciones resistentes.

Ángel Blasco.