¿Cuál será la fórmula o la grata peripecia
que me redima y así sentir que me liberas?
¿Bajo qué figura está el dolor en que me encierras
y que, altivamente, solo mira y menosprecia?
¿Qué existe en mí que en el mundo encuentras ocultado?
¿Conoces la forma de mi voz o de mis manos?
Si al amor y el dolor no los crees como hermanos
¿Por qué me mantienes retenido y maltratado?
¿Crees que podré cantar tu canto deseado?
¿Acaso amarme no podrás sin hacer que duela?
Cariño, si sabes que soy pájaro que vuela
¿Por qué insistes en hacerme daño a tu costado?
¿Qué es lo que esperas? ¿La risa breve, el llanto largo?
¿En la angustia un «siempre» y en la adoración un «cuándo»?
Si ya haz recorrido aquellos caminos en que ando
¿Por qué pides néctar dulce de sabor amargo?
Solo quedan dudas en el seno de tus brazos
y no hay nada en ti que me aproxime una respuesta.
No me amas, lo sé, porque soy Sísifo en la cuesta
y porque el amante no es quien da los latigazos.
Sin embargo, un día, estaré al fin en las afueras
de este encierro y reirás ebria de melancolía.
Escucharás un suave pálpito de alegría
y ese será el día -tan ansiado- en que me quieras.
que me redima y así sentir que me liberas?
¿Bajo qué figura está el dolor en que me encierras
y que, altivamente, solo mira y menosprecia?
¿Qué existe en mí que en el mundo encuentras ocultado?
¿Conoces la forma de mi voz o de mis manos?
Si al amor y el dolor no los crees como hermanos
¿Por qué me mantienes retenido y maltratado?
¿Crees que podré cantar tu canto deseado?
¿Acaso amarme no podrás sin hacer que duela?
Cariño, si sabes que soy pájaro que vuela
¿Por qué insistes en hacerme daño a tu costado?
¿Qué es lo que esperas? ¿La risa breve, el llanto largo?
¿En la angustia un «siempre» y en la adoración un «cuándo»?
Si ya haz recorrido aquellos caminos en que ando
¿Por qué pides néctar dulce de sabor amargo?
Solo quedan dudas en el seno de tus brazos
y no hay nada en ti que me aproxime una respuesta.
No me amas, lo sé, porque soy Sísifo en la cuesta
y porque el amante no es quien da los latigazos.
Sin embargo, un día, estaré al fin en las afueras
de este encierro y reirás ebria de melancolía.
Escucharás un suave pálpito de alegría
y ese será el día -tan ansiado- en que me quieras.
-
Autor:
Joel F. (
Offline) - Publicado: 3 de mayo de 2025 a las 15:11
- Categoría: Amor
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: Pirretráctico, EmilianoDR
Offline)
Comentarios1
Excelente poema, krjo
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.