No hay error más profundo
que haber confundido tus palabras
con abrigo en medio del invierno.
Creí en ti…
como quien cree que el sol no miente al amanecer,
y me perdí entre tus mentiras disfrazadas de promesa.
Eras mi constelación entera,
mi universo giraba a tu favor,
y aún así,
me dejaste caer como una estrella apagada
en un cielo que ya no me nombra.
Ahora, tu ausencia es un eco que no cesa,
un nombre que no se borra del viento.
Me aplastaste como hoja en otoño,
me arrojaste al abismo del “ya no”,
como si amar fuera un crimen
y yo, la culpable por sentir demasiado.
¿Por qué me heriste con tanta calma?
¿Por qué dibujaste futuros sobre arena
si pensabas borrarlos con la marea?
Te ofrecí mi alma envuelta en ternura,
y tú devolviste escombros envueltos en silencio.
Mis sentimientos fueron flores
que nunca supiste regar,
y ahora marchitan en un jardín
que solo yo visito en las noches.
A veces deseo que el destino
te haga probar la sal de este dolor,
pero otras…
solo deseo olvidar tu nombre
sin que me tiemble el pecho.
Qué ingenua fui,
pensando que me amabas,
cuando en realidad solo fui refugio pasajero,
una pausa en tu viaje,
un poema que jamás quisiste terminar.
Sigo preguntándome en qué grieta me perdí,
si te amé como se ama lo eterno,
si te entregué mi corazón
como se entrega el fuego a la noche.
Y tú,
lo rompiste
como si fuera papel mojado,
como si mis lágrimas
no fueran más que tinta sin valor.
Tu felicidad fue imperio,
y la mía…
ruinas.
-
Autor:
Venus Blue (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 2 de mayo de 2025 a las 01:50
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 7
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Lualpri, Poesía Herética
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.