Saliendo entre a un culto de ogros leprosos,
con gran respeto me senté a escuchar
profecías sin miedo a bostezar.
Un niño no me aparta la mirada
y riendo me señala la cebada,
qué se arrojan mientras rezan sollozos....
cuál abrazo y adiós, puro llorar...
Llegando a un instituto, vi a una niña.
En sus brazos sé posaba una rosa.
Cuál borde en espiral, rodó una piña
e hizo caer a la niña en gran fosa.
Me arrojo a su rosa, que está llorosa...
la cuidaré, es mi promesa penosa...
descansa, el dolor de un vientre infantil...
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Autor:
Marco Montana (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 1 de mayo de 2025 a las 00:14
- Comentario del autor sobre el poema: Mis estimados poetas, con respeto y cariño, si bien dije que quizá no iba a publicar esta segunda parte pronto, ando con mas o menos el foco prendido. 😂 Espero y sea de su agrado. Saludos y abrazos.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 118
- Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque, JUSTO ALDÚ, ElidethAbreu, Lualpri, karonte, Dr. Salvador Santoyo Sánchez, Rafael Parra Barrios, Mª..., Antonio Miguel Reyes, La Hechicera de las Letras, pasaba, alicia perez hernandez, Rafael Escobar, Manu cramps, Pilar Luna, Violeta, Javier Julián Enríquez, racsonando, Poesía Herética, JoseAn100, Martha patricia B, Jaime Alberto Garzón
Comentarios1
Con mucha intensidad versada poeta
SALUDOS
Mi querida poetiza, un honor verte tu comentario entre mis versos, y muy agradecido por el visto bueno que me ofrece. Saludos y abrazos.
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