Persigo esta noche en el caos...
¡qué luz tan radiante
brilla entre las cenizas!
Infinito amor,
que perdura y resiste;
qué amor tan mío,
diluido entre arrollos de papel...
Más pura la tarde
se adentra hoy,
en un placer oscuro,
en una llaga sin costras.
Este negro silencio
donde bailan auroras,
yo la siento sin ataduras,
sin rastros de sangre y miel.
Respiro, respiro despacio
y creo que el mundo me guiña,
me acurruca en un ceno puro,
y su lección es órbita de llanto
para finita misión.
¡Esta noche!
¡La más clara entre
todas las noches!
Me habla y no me grita;
me susurra y no me hiere;
me abraza sin lenguas de fuego
y sin tormentos de pasiones.
Yo amo las noches claras
pero oscuras,
las que te arrancan la cordura;
las que te inyectan el dislate.
Esas que te desafían en silencio
sin filos cortantes
ni aduanas corruptas.
Aquí, bajo este cielo sin sombras,
miro por mi ventana
que es un sincero espejo,
y me hablo y me perdono
aunque aún las promesas
no sean ni engendros.
Aunque mis palabras se distorcionen
de mí pensamiento.
Da igual, aquí, en esta noche pura
de claras visiones
y corazones negros.
Aquí me amo,
me amo hasta desgastarme
por murmullos que vienen
del mismísimo cielo...
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Autor:
poetalibre (
Offline)
- Publicado: 29 de abril de 2025 a las 03:00
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 1
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