El destello

Brilló en la sombra el claro aliento,

tejió en el viento su fulgor,

y entre las ramas del pensamiento

brotó encendida su canción.

Latiendo firme sobre la brisa,

sopló secretos de inmensidad,

y cada estrella le dio sonrisa,

y cada lágrima, eternidad.

Cruzó los mares, besó la espuma,

tocó la cima del resplandor,

y en el silencio dejó su pluma,

bordando sueños de puro amor.

Vibró en los ojos de un niño errante,

ardió en el pecho de algún cantor,

fue llama viva, fugaz, constante,

que alzó del polvo su resplandor.

Hundió en la noche su leve espina,

rasgó la sombra con su temblor,

y en cada herida dejó la espina

de una esperanza aún sin color.

Mas quien lo vea, sabrá el destino:

que aún del llanto brota la flor,

que en cada paso perdido y fino

se esconde un rayo redentor.