Tu rostro es un jardín donde florecen los sueños,
y en tus ojos se esconde un cielo lleno de estrellas.
Tu alma, serena y fuerte, es la melodía que susurra
el viento, tan delicado como un suspiro en la tarde.
Tu sonrisa es un faro que ilumina cada rincón oscuro,
como un amanecer que despierta al mundo entero.
Hay en ti un brillo sutil que no se apaga,
una llama que perdura más allá del tiempo.
Cada palabra tuya es un eco que queda en el aire,
y en cada paso que das, el suelo se convierte en danza.
Eres un río tranquilo que fluye con sabiduría,
un silencio profundo que habla más que mil voces.
En la quietud de tu ser habita la magia de los días
que no necesitan de ruido ni estruendo para ser eternos.
Porque lo que eres no se mide con los ojos,
sino con el corazón que late al ritmo de tu ser.
Eres la belleza de la calma, la fuerza del viento,
la poesía que no se escribe, pero siempre se siente.
Una presencia que llena el espacio con su esencia,
y deja una huella imborrable en el alma de quien te mira.
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Autor:
Daniii (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 27 de abril de 2025 a las 11:31
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 24
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Rick Robles, Pilar Luna, EmilianoDR, Poesía Herética, Mauro Enrique Lopez Z.
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