LO QUE PASÓ, PASÓ
En la bruma dorada de una tarde sin fin,
se dibujan recuerdos en el lienzo del sentir,
las sombras susurran en un lenguaje sutil,
aquello que fue, como un eco en el confín.
Tus ojos, dos faros de un océano perdido,
navegaron mis sueños, mis anhelos dormidos.
El viento traía susurros de un destino tejido
con hilos de estrellas y de amores queridos.
Caminamos desiertos de palabras no dichas,
bajo cielos de esperanza y lunas infinitas.
Las flores del tiempo, aún hoy no marchitas,
son testigos silentes de pasiones escritas.
Pero lo que pasó, pasó, cual río al mar,
corrió la vida y su curso no pudo parar.
En el rincón del alma siempre va a morar,
el reflejo de un beso que no supo olvidar.
En cada latido, en cada fugaz destello,
viven los instantes de aquel dulce anhelo.
Aunque el sol se oculte tras el más alto cerro,
lo que pasó, pasó, dejando su sello.
© Corazón Bardo
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Autor:
CORAZÓN BARDO (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 26 de abril de 2025 a las 23:58
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 9
- Usuarios favoritos de este poema: ElidethAbreu, El Hombre de la Rosa
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