Te amé más que a mi vida - De la Vida

… Y en la noche, despertar con las sábanas, húmedas,

El llanto de estío, no avisa, se siente al andar...

syglesias

Presenta

Del ciclo de la Vida en Parejas…

Te amé más que a mi vida - De la Vida:

"A veces, la vida, dice, puedes amar, resiliente,

Aguantando, tormentas, sin ver llegar la calma. "

Te amé más que al sol de las mañanas,

Más que el rumor del mar en la distancia,

Que, a las horas cercanas al campanazo,

Donde el recuerdo aún clama tu presencia,

Fui sombra de tu risa furtiva al viento,

A promesas en las arenas del tiempo,

Y hoy solo queda el eco de una herida,

Que sangra versos en la noche llena,

¿Por qué volviste lágrimas el juramento?

Tu nombre quema y ahoga mi garganta,

Te amé más que al aliento de mi aliento,

Y hoy tu silencio es canción de olvido,

¿Por qué eres hoy, existencia de dolor?

Una razón más, para el triste sufrir,

Que desvela con una lágrima de estío,

Al rostro, que deja huella imborrable,

Te amé más que al vuelo de un ave libre,

Que a la luz que reverdece montes y valles,

Que al mismo viento que seca las lágrimas,

Que, a ese latido frágil de mis párpados,

Fui barro en el fuego por tus manos,

Paso de huella por ese beso en labios,

Hoy solo soy querencia por carencia,

De sed que mata con lamento de voz,

¿Por qué sembraste penurías en la semilla?

Al dejar el surco abandonado del trigo tierno,

¿Por qué tu adiós sin adiós es luna que no calma?

Te amé más que a la savia por vida en la arcilla,

Te amé sin ser amado de cuerpo y corazón,

Ahora soy una raíz enferma, sin ramas y alma,

De un árbol que su tronco inclina, pero endereza,

Y que, pese a todo, no se doblega a la adversidad,

No hay primavera que repare daño, pero niego, morir,

No habrá invierno que enseñe y obligue a ser ceniza,

Tú diste agua de tus manos, pero me arrebataste el vaso,

Ciego te amé más, por siempre, para siempre, amén,

Amando se aprende a llorar con los ojos cerrados,

A beber del amargo silencio, como vino en boca,

Mordiendo el recuerdo que dejaron en tus labios,

Y a nombrar en la distancia con un grito ahogado,

Sufriendo se descifran las grietas del alma,

Las cicatrices que no sangran, pero arden,

Viendo en pared al reloj parar al marcar la hora,

Justo al terminar el poema, pero que nunca envío,  

Amaste con la furia de un mar en diciembre,

Con promesas de auroras que jamás llegaron,

Yo guardé cada momento como un verso triste,

Hoy conforma este poema húmedo por lágrimas,

Padezco con la resiliencia del árbol que al final cayó,

Que buscó con sus raíces a la orilla tu agua en la tierra,

Amando se aprende que el amor es un lamento sufrido,

Comprendiendo que si hay adiós o no, este será eterno,

El espacio vivido no cicatriza, solo se reinventa,

Con tinieblas en las noches, sin tener, orientación,

Juraste amarme en la calma, como en las tormentas,

Y te amé más, mucho más por creído, que a mi vida.

----------------------------------------------

Sergio Yglesias García

Caracas, 24/04/2025 12:30 PM.