Al Despertar

Antes de que el sol se asome por la ventana, antes de que el aroma del café inunde la casa, busco el calor de tu cuerpo, el roce de tus labios. Anhelo despertar a tu lado y dibujar con mis besos una sonrisa en tu rostro.

Mis manos trazan un camino suave por tu cintura, explorando cada curva, cada rincón. Mis labios depositan besos delicados en tu piel, despertando cada centímetro de tu ser. Quiero grabar en mi memoria la suavidad de tu piel, el aroma de tu cabello, la dulzura de tu aliento.

Cada lunar, cada peca, cada marca en tu piel es un tesoro que quiero besar, un mapa que quiero explorar. Que mis labios dejen una huella indeleble en tu piel, un recordatorio de mi amor que te acompañe durante todo el día.

Mientras te beso con ternura, escucho el suave suspiro que se escapa de tus labios, siento tus dedos acariciando mi cabello. En ese momento, el mundo desaparece y solo existimos tú y yo, envueltos en un abrazo eterno.

Quiero llenarme de ti, de tu esencia, de tu amor. Quiero que cada beso, cada caricia, sea un poema escrito en tu piel, una melodía que suene en tu corazón.

Que mis besos y caricias sean el primer pensamiento al despertar, el último antes de dormir. Que te acompañen durante todo el día, recordándote que mi amor está siempre contigo.

Que cada roce, cada suspiro, cada latido de nuestros corazones sea un recordatorio de que nuestro amor es infinito, eterno. Que cada mañana sea un nuevo comienzo, una nueva oportunidad para amarnos, para demostrarnos que nuestro amor es el más fuerte, el más puro, el más verdadero.

Buenos días, mi amor. Que este día esté lleno de luz, de alegría, de amor. Y que cada momento sea un recordatorio de que mi amor por ti es infinito, eterno.