Aprendí a leer tus labios
con tus apuntes de braille
y aquellos consejos sabios
que me diste en aquel baile.
Cuando encendieron las luces
se nos cayó el tenderete,
y ahí comencé el destete,
dejé de gatear y anduve.
A veces me di de bruces
con el dios del desconsuelo
al caerme de una nube
de la que pendía tu risa,
y sin más ropa que el suelo
me levanté de esta guisa,
con mocos y sin pañuelo.
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Autor:
Franjablanca (
Offline)
- Publicado: 25 de abril de 2025 a las 07:15
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 39
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Antonio Miguel Reyes, EmilianoDR, JAGC, Pilar Luna, 🌼⚘María García Manero ⚘🌼, Candor, pasaba, alicia perez hernandez, ElidethAbreu, 🇳🇮Samuel Dixon🇳🇮
Comentarios3
La sabiduría y la belleza alumbran tus estrofas.
El Hombre de la Rosa
Muchas gracias, amigo. Un saludo afectuoso.
Muy buen aprendizaje has tenido poeta Franjablanca.
Saludos y gracias por tus letras.
Gracias a ti por el comentario, Emilio.
No pude evitar sonreír al final del poema..., eso también se agradece.
Feliz fin de semana.
Provocar tu risa es un orgullo para mí. Un abrazo enorme.
Un orgullo es que escribas tan lindo, y sepas inyectar esas chispas que nos hacen tener todo tipo de sentimientos al leerte.
Feliz domingo.
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