DISCORDANCIA.

               DISCORDANCIA.

Fuiste aquella herida que nunca sanó,

aquella caricia a la que diste desprecio,

fuiste esa hoja… Que el viento se llevó,

por la que pagué sin razón, alto precio.

Fuiste como el inestable borde de un río,

que ostentó un día, su orgulloso caudal,

pero… Ido el invierno y llegado el Estío,

su pompa y poderío se hicieron virtual.

Fuiste ese amor que displicente marchó,

cuál ave que no ve rumbo, ni un destino,

más sin saber cuál fue tu furtivo camino,

siento que algo de ti… En mí se quedó.

No sé si dejaste en mí: Algo malo o bueno.

… Más que importa… Si tengo algo de ti,

cómo no importa a la flor, el gélido sereno,

sí al alba… El sol la abrasará con frenesí.

No sé si ahora… Tú piensas en mí,

ni importa si te pienso o te recuerdo,

al final… Lo que me diste o yo te di,

serán vestigios de un amor discuerdo.

Y fuiste esa ilusión bella, pero virtual,

que tanto llenó de ansia mi corazón,

rebosaste mis entrañas de embrujo total,

espejismo que cautivó… Mente y razón.

Más el borde de esa herida ha cerrado,

como el lago que esquilma la sequía,

así el presente impera sobre el pasado,

lejano de aquel venturoso o ingrato día.

Autor: Víctor A. Arana.

(VÍCTOR SANTA ROSA.)

Abril 23 del 2025.