Siento que cada vez
que alguien se sienta a hablar conmigo,
en un rincón mágico de El Ateneo,
en el silencio de su biblioteca,
o en la mudez doméstica
donde el reloj finge no tener prisa,
algo más que palabras
me cruza el alma.
No son solo frases,
ni la lógica exacta
de un diálogo cualquiera,
es un temblor pequeño,
una luz que se asoma,
y convierte el instante
en un verso sin dueño.
Mi mente, rebelde,
no se conforma con la bella sencillez
de una conversación desnuda,
quiere vestirla de altura,
quiere bordar las emociones
que despiertan sus gestos,
sus voces, sus pausas,
y sentarlas en el trono de la poesía.
Porque hay algo sagrado
en las palabras que otros me regalan,
algo que insiste en quedarse,
como si la vida, al hablarme,
me enseñara que todo,
si se atiende,
puede ser la semilla de un poema.
José Antonio Artės
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Autor:
José Antonio Artés (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 20 de abril de 2025 a las 12:55
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 17
- Usuarios favoritos de este poema: Javier Julián Enríquez, Carlos Armijo Rosas...✒️, Antonio Miguel Reyes, EmilianoDR, Pilar Luna
Comentarios2
bueno...yo creo que podríamos hacer poema de todo...si queremos
Gracias por tu comentario.Saludos
La poesía no tiene límites. Yo mismo guardo un poema en un folio arrugado, olvidado en el fondo de una papelera. Muchos la asocian al amor, al desamor, como si todos los poetas y poetisas fueran discípulos de Gustavo Adolfo Bécquer.
Pero la poesía es mucho más que eso.
Es emoción, es imaginación, es magia que se disfraza con los trajes de fiesta del lenguaje: las metáforas.
Y en esa fiesta, el baile de las palabras es pura armonía.
En resumen, la poesía es la forma más social de escribir: no discrimina a nadie, ni a nada.
Un abrazo.
Toda la razón José Antonio... Es cuestión de decidirse solamente
Exactamente, todo puede ser la semilla de un poema, un abrazo.
La poesía no tiene límites. Yo mismo guardo un poema en un folio arrugado, olvidado en el fondo de una papelera. Muchos la asocian al amor, al desamor, como si todos los poetas y poetisas fueran discípulos de Gustavo Adolfo Bécquer.
Pero la poesía es mucho más que eso.
Es emoción, es imaginación, es magia que se disfraza con los trajes de fiesta del lenguaje: las metáforas.
Y en esa fiesta, el baile de las palabras es pura armonía.
En resumen, la poesía es la forma más social de escribir: no discrimina a nadie, ni a nada.
Un abrazo.
Eso mismo que acabas de decir, lo puedes transformar en un poema, otro abrazo.
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