Los periodistas son perros,
son humildes, son lúcidos.
Comen y aman en público,
guardianes, ladran al impostor.
El periodismo es vicio y virtud.
En la carretera de la mirada,
los periodistas ahogan el dolor
fermentando palabras.
Son máquinas del tiempo,
ignorantes de la nada.
Los periodistas de raza
dudan.
Atrapada la verdad,
ni los dioses los callan.
Reporteros desobedientes,
creyentes de sí mismos,
se buscan y condenan.
Huelen la mentira,
como margarita la deshojan
con nombre y apellido.
La funan
en el ágora.
Seducen al poder,
huyen para describirlo.
Son la causa
de la causa
de la rebeldía.
Sólo la fama los corrompe.
Los periodistas mercenarios
son una ache, muda;
como gusano de maguey sufren,
atrapados en el fondo
de la botella del embuste.
Los periodistas cándidos,
sí,
van descalzos
a testificar
la vida con el alma.
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Autor:
Chico (
Online)
- Publicado: 13 de abril de 2025 a las 03:04
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 4
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