Las cosas que se recuerdan para siempre

perdidoynoencontrado

Ella me miró mientras tomaba su café y nunca voy a saber que pasaba por su cabeza.
Habíamos caminado de Plaza Francia a Retiro, y 17 cuadras me parecieron cortas.
Y mi cabeza indecisa nunca supo dar el paso, ni dar el beso, ni dar la talla para las cosas que se recuerdan para siempre.
Mientras esperábamos a que saliera mi tren sentía que esa iba a ser la ultima vez que nos veíamos. 
Y dejé ir mi tren. "¿te vas a tomar el otro no?" me dijo mientras sonreía.
Y mientras ella me miraba, yo pensaba en que podía perder todos los trenes siguientes, aunque ni aun así podía detener lo inevitable.
Nos abrazamos nerviosas, nos dijimos adiós y ninguna se atrevió a dar el beso, e ilusamente me dije "la próxima si"
No me dio la talla para las cosas que se recuerdan para siempre.
Mil doscientas veces la busqué en el café, más de mil trecientas veces ella va estar en la otra punta de la ciudad.

No es un poema, porque no me dio la talla. 

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