Aquí no yace nadie
desde tiempos remotos,
lápida vieja,
quizás en otros tiempos
desahogo de alguien
y lugar de lágrimas
por la triste ausencia
de aquellos que se fueron,
pero esta lápida de Dios
tan vieja como el mundo
es hoy, adorno del tiempo,
sin flores ni penas,
las flores se extinguieron
y de las penas... ni el eco,
debajo de la lápida
solo es tierra mojada,
raíces y malas yerbas,
hasta los muertos se fueron,
pero invita al silencio.
-
Autor:
Antonio Martín (
Offline)
- Publicado: 2 de abril de 2025 a las 04:40
- Comentario del autor sobre el poema: Hasta las lápidas en algún momento forman parte del paisaje.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 170
- Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque, Classman, Antonio Miguel Reyes, JAGC, Mauro Enrique Lopez Z., Lualpri, MonCiel, La Hechicera de las Letras, Josué Gutiérrez Jaldin, Carlos Armijo Rosas...✒️, alicia perez hernandez, José López Moreno., pasaba, Raiza N. Jiménez E., Pilar Luna, Dr. Salvador Santoyo Sánchez, JUSTO ALDÚ, Patricia Aznar Laffont, María C., antonio cuervo, Llaneza, Jaime Correa, Ed-win, Andrik Navarrete Arias, JoseAn100, leo albanell, Crisbel Ferrer, Mauro J. Casaño (mallito)
Comentarios10
Tu poema lo dice, todo se olvida.
Gracias Antonio
Un abrazo
Hasta de nosotros mismos se olvidarán algún día, excepto quien tenga el privilegio de tener una estatua en algún parque o plaza.
Muchas gracias Antonio, un placer tu presencia.
Un abrazo.
Pues te digo. ¿Acaso la eternidad no es más que una broma cruel? Se nos dice que la memoria es el único refugio contra la nada, pero esta lápida vieja no miente, todo se marchita, incluso el dolor.
Aún así, el silencio. Aún así, la piedra. Aún así, el olvido… esperando a su siguiente víctima. Qué ironía. No basta con morir. También hay que desvanecerse.
La Hechicera de las Letras.
Hay una cosa clara, que esa lápida durará una eternidad y si entráramos en la memoria de muchas personas, veríamos que la tienen como esa lápida.
Todo lo relacionado con la muerte es un misterio, pero existe el respeto por nuestros antepasados, aunque no le pongamos nombres ni jamás sepamos quién estuvo en ese lugar, la muerte y lo que representa, jamás se va a desvanecer, nosotros, de un día para otro.
Muchas gracias, Hechicera de las Letras.
Y pensar que algún día estaremos en una lápida mi estimado o en una fosa común. Supongo que todo vale. Saludos y abrazos, mi estimado.
En una lápida me extraña jajaja, a no ser que tenga algún cajoncito para meter cenizas y en fosa común, no es descartable, a razón de las guerras que van apareciendo en cualquier lugar, no estamos a salvo de acabar incluso en un pozo cabeza abajo.
Un abrazo Josué.
A la larga le pasará a todas las cosas comunes y corrientes como también a las personas...Cuántos de nuestros antiguos parientes habrán quedado en el olvido sin que nosotros nunca llegamos a conocerlos...ni de nombres siquiera...lo mismo nos pasará a nosotros snifff...😢😢😢
Las momias de Egipto se escapan de la quema.
Se escapan porque el cine las hizo famosas....jajajaja
debajo de la lápida
solo es tierra mojada,
raíces y malas yerbas,
hasta los muertos se fueron,
pero invita al silencio.
.....
El espíritu vuelve a Dios que lo dio, el cuerpo se vuelve ceniza, por eso solo hay tierra bajo la lápida, pero es triste ir a un panteón y ver tumbas abandonadas, olvidadas, sin ni una flor, en ocasiones ni nombre tiene la tumba. Siempre complacida de leer tus bellos versos. Abrazos eternos mi querido amigo Antonio
Con el tiempo antiguos cementerios se convierten en museos, yo tuve la suerte de visitar el cementerio judío de Praga, es alucinante verlo en persona.
Abrazos a la distancia, amiga Alicia.
Sentidas y reales letras.
Gracias por compartir.
Saludos poeta amigo Antonio Martín 👍🏻
Yo conozco esa vieja vacía lápida, Antonio.
Quizás no esté del todo vacía, algún vestigio, un borrón seguramente la habitan.
Excelente inspiración.
Abrazo, amigo.
Sería increíble que la conocieras, esa foto la cogí de internet, quedará algo pero poca cosa.
Un abrazo amiga Patricia.
Muy cierto todo llega un momento que ya no forman parte de nada.
Un abrazo
Y en ese momento la naturaleza se hace cargo de forma magistral, dando ese toque entre triste y belleza, esas lápidas forman parte ya del paisaje.
Muchas gracias María, por aquí en Cádiz, viento, fresquito y algo de agua.
A partir de la época de mi abuela, la costumbre era visitar tumbas y adornarlas con flores. Ahora no tengo a quien visitar ni tengo tiempo y, más bien, muy tarde, me doy cuenta de que los han quemado. Saludos
Ni restos han dejado, solo el recuerdo.
Muchas gracias por acercarte a mi espacio y comentar.
Saludos Ed-win.
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