Todo nuevo

He descubierto que bien puedo refugiarme en lo más oscuro que en la luz.
Que solo estaré bien cuando me deshaga de aquello que ya no puedo cambiar.
Debo también frenar mi intento por controlar todo. Respetar la libertad de aquellos a los que amo y a los que no.
Ese el cambio que aún me está costando. Olvido que se me está negada la omnipresencia y la telepatía.
Que no todo saldrá y será como yo deseo. Que muy en lo profundo guardo ese inmenso anhelo de que nadie haga algo que pueda lastimar a los míos y consecuentemente a mi.
Ha sido dura esa transición de dejar fluir todo porque lo que será para mí verá la manera de llegar y lo que no simplemente debería de omitirlo en mi pensamiento y así ahorrarme el cansancio por el intento aún a pesar de mostrar el mayor interés por obtenerlo.
Estoy redirigiendo mi energía al agradecimiento por aquello que poseo. Evitando a toda costa la comparación hasta en lo más mínimo.
Sé que no habrá medalla de reconocimiento, ni diploma, solo el placer, la calma y la gran dicha de sentir que hice lo mejor pude. Estoy creciendo constantemente aunque a pequeños y lentos pasos. Mi mente se está abriendo, liberándose de patrones e ideas que ahora ya no concuerdan con lo que he aprendido observando.
Estoy haciendo un nuevo camino, escribiendo una nueva historia que ahora siento más que nunca mía. Una nueva y única versión. Sembrando nuevas semillas porque es un nuevo tiempo, un nuevo comienzo y un nuevo pensamiento.