Puede que no te equivoques.
Me porto mal.
Sobre todo, en la noche
cuando el trabajo ha concluido
y el estrés dice “no más”.
No es con otros cuerpos, te lo puedo asegurar.
Es más con la geometría de la ciudad,
las luces que se encienden y las que se apagan.
el candelabro de algún viejo amigo,
entre pláticas humosas
cuando los chicos anuncian que ha llegado la hora tres.
Si desde tu percepción eso esté mal,
entonces es seguro que lo esté.
Y puede que no te equivoques.
No siempre soy un caramelo y,
puede que no sea la mejor en tu mercado.
Toma conciencia de eso si decides quedarte.
Porque algunas veces soy tan sensata,
y otras, tan reveladora.
A veces, una torpeza,
y otras una mujer muy capaz.
Tan cerca por tiempos
y tan distante cuando ando en lo mío.
A veces quiero hablar por montones
y en otras ocasiones solo quiero estar.
Eso no significa que esté mal y,
eso no significa que siempre lo esté.
Puede que te quiera y
Puede que esa sea la razón por la que me lo he estado guardando.
Porque dices que debería de corregir ciertas cosas.
Pero, cariño, si lo hago
dejaría de ser y,
quizá, justo por eso
es la razón por la que me sigues amando.
…
Hablas sobre los cambios y,
no es algo en lo que no esté de acuerdo,
pero,
considera que hay ciertas formas de liberarse
cuando has tenido siempre la cuerda en el cuello.
Así que, por favor,
no entres solo diciendo “hola”
y pretendas hacerme una mejor persona.
Piensa en eso cuando te veas en mi espejo
y descubras que no solo tu puedes soportarlo.
También estoy yo desde el otro ángulo
llevando una piedra en la espalda por años.
Entonces, estamos en lo correcto:
No soy perfecta.
Tómalo en cuenta cuando vayas de regreso a casa.
No soy de las de vestido largo y domingos de iglesia.
No soy espectacular y,
es una buena excusa para seguir siendo yo.
La gente habla
y uno es quien decide escuchar.
¿Entonces en dónde quedamos?
Si sigo abriéndote la puerta cada vez que regresas y sonríes.
Y vuelve a caer nuevamente la piedra de Sísifo.
Porque ayer…
A veces quisiera convertirme en lo que quieres
y una parte de mí odia ese maldito sentimiento.
Luego dices que no pasa nada
y guardas silencio.
La gente solo habla
y uno es quien decide escuchar.
¿Entonces, en qué quedamos?
¿Volvió a caer la piedra?
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Autor:
AleQ (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 17 de enero de 2025 a las 02:17
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 16
- Usuarios favoritos de este poema: Andy Lakota👨🚀, Mauro Enrique Lopez Z., racsonando, Poesía Herética, EmilianoDR
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