Dormida

Tengo tanto miedo de morir,
Que a veces hasta  siento,
Que hace siglos dejé de existir.
Una sensación asfixiante,
Causante del sufrir.

Varias son las causas de mi muerte,
La falta de voluntad y el sueño,
Muere mi mente por horas,
Y revive asfixiada en silencios.

La noche oscura y tétrica,
Aún más oscura que mi falta de métrica,
Me atañe de temores incesantes,
Me lastima con recuerdos e ilusiones.

Hace falta más de un siglo 
para aprender a descifrar mi mente,
Conozco menos que tú,
Y no poseo respuestas lógicas,
Solo ideales y sueños corrientes.

A pesar de aquello soy feliz aprendiendo. Entre sueños moribundos, tristezas pasajeras y alegrías repentinas...