Lu observa cuerpos encorvados y el agotamiento en su aurea. La efervescencia de la ciudad empieza a marchitar su espíritu. Todos están exhaustos, deteriorados por el pensamiento bestial de la productividad y la confusión de distinguirse sin descanso, pero su ser interior como un canto de gaviotas en una tempestad mendiga un descanso más hondo, una pausa para desnudar el sentido de su corta vida.
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El tiempo desde la cordillera
corre como el torrente
turbio de un rio invernal.
El cansancio como en una red
los habitantes giran
buscando una salida
un respiro a la brutal
fatiga
aprieta los huesos
y nubla los ojos
y el pensamiento
aprisiona el cuerpo,
los latidos son ecos perdidos
de los minuteros de este reloj
insaciable.
¿Cuánto tiempo es tuyo?
las horas son estadística
gráficos y logros
cierra los ojos
pero el tiempo no duerme
parece que la meta
es la esclavitud
y el descanso un enemigo
hay una flor que se esfuma
en este espejismo
que provoca el cansancio
cada día
se enrolla en tu vida.
¿Respiras sin prisa
o intentas alcanzar el tiempo?
¿Lograr metas
es parte de tu agonía
destello de tu prisión
o un murmullo de tus alas cansadas?
Quizás tu cuerpo cansado
tenga las respuestas…
- Autor: OscarCampos ( Offline)
- Publicado: 30 de octubre de 2024 a las 16:17
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: Sergio Alejandro Cortéz, Antonio Pais, Marco Gutierrez Jaldin, EmilianoDR, Texi, Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios1
Atrapados como bestias al matadero.
Saludos
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