El amor, comprende al idiota.
El idiota, no comprende al amor.
El diablo utiliza al idiota y súplica ser amado.
El amor, huele al diablo, y lo escucha.
El idiota, escucha al diablo, pero no lo huele.
El diablo, huele al amor, pero no lo escucha.
El amor, es por si mismo.
El idiota, depende del diablo.
El diablo, posee al idiota, pero no posee amor.
El amor no mata.
El idiota mata.
El diablo en ciertas cosas, es neutral.
El amor, no manda ni obedece.
El idiota, obedece y no manda.
El diablo carcome al idiota, porque este es un idiota que no sabe amar.
El amor perdona y no olvida.
El idiota, no perdona pero olvida.
El diablo no perdona, ni olvida al idiota, El en silencio; suplica ser amado.
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Autor:
Anushirwan (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 30 de octubre de 2024 a las 01:18
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 18
- Usuarios favoritos de este poema: Josué Jaldin, Mauro Enrique Lopez Z., Antonio Pais, Alexandra I, JAGC
Comentarios1
La libertad plena es prisionera de la dependencia.
Saludos, feliz tarde, Alex.
La libertad plena, es la libertad plena.
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