El llanto que el tiempo ensordeció.
La estadística miente:
Un minuto es sexagenario.
La gestación de su hijo,
Una fracción de segundo,
nació después de doscientos veintidós mil vidas.
Y se volvió semanas, meses,
sexagenario,
Del árbol genealógico jamás visto.
En blanco y negro autoral:
No se registró ni una sola lágrima.
El auge de la objetividad:
El dolor cuantificado,
La nueva unidad de medida.
Los niños no hierven,
no mueren, ni gritan,
no lloran en clases de Historia.
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Autor:
933S (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 20 de octubre de 2024 a las 16:59
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 51
- Usuarios favoritos de este poema: Josué Jaldin, Antonio Pais, Tommy Duque, Augusto Fleid, Mauro Enrique Lopez Z., Mª Pilar Luna Calvo, Sergio Alejandro Cortéz, Ricardo Castillo., Hugo Emilio Ocanto, El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Distorsiones, ;nos mantienen como bobos; investigar, ocuparnos de los sucesos reales, explicarlos,...
Saludos
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