Soltaste la cometa para que flotara en lava,
Nos hizo el último regalo de su liberación: 
Un incendio en el celaje que tiznó nuestros rostros de naranja.
Soñé que te miraba, y el viento, con dos caricias, 
Me llevó a otra estancia,
Un viejo almacén de pupitres,
De relojes rotos, y de carpetas rancias,
Yo era el bedel y cobraba en mandolinas,
Violines y cuerdas de guitarras.
Fui músico y armador,
De papel hice canciones y fragatas.
Un día intenté quemar el almacén,
Cumplí pena penitenciaria,
Después, ya no hubo estrellas,
Solo piscuchas centroamericanas,
Y un sueño a la deriva
De algunas mañanas. 
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                        Autor:    
     
	Paris Joel (
 Offline) - Publicado: 14 de octubre de 2024 a las 11:53
 - Categoría: Triste
 - Lecturas: 36
 - Usuarios favoritos de este poema: Éusoj Nidlaj, Soponcio, Antonio Pais, Mª Pilar Luna Calvo, Mauro Enrique Lopez Z., Augusto Fleid, JacNogales, Ricardo Castillo., Sergio Alejandro Cortéz, alicia perez hernandez, Gonzalo Márquez Pedregal
 

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