Este invierno me tomo un buen café
con una montonera de urgencias y recados
que salpican desde los rincones de mi
biblioteca.
Afuera el viento se desprende el habitual
vestido y -medio en serio y medio en broma-
comienza a canturrear leyendas de
amores rurales, de escuelitas cerradas
y colores en Montegrande...
Se detiene el reloj. Cesan las maquinarias
humanas su trajinar de diplomacia y la
mujer errante, dirigente, avezada en los
encuadres de formación, puede talar
-sosegadamente- los versos de cualquier
ciudad.
- Autor: Omar Alejandro Flores ( Offline)
- Publicado: 30 de septiembre de 2024 a las 08:21
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 36
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, Paris Joel, Pilar Luna, Soponcio, El Hombre de la Rosa, Gonzalo Márquez
Comentarios2
Mmmm
Enigmático ...me gustö
Gracias, Francisco.
Abrazos.
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