Vengo del vientre del terrón,
de la entraña fecunda
de la tierra y su canto antiguo.
Vengo de las chacras,
donde cada grano de polvo
es chispa de vida,
y la semilla dormita
esperando el abrazo del agua.
Vengo del centro de la llapana,
que arrastra en su memoria
los secretos del río,
la piel de las montañas.
Vengo de ese barro humilde
que guarda en silencio
la fuerza que sostiene al mundo.
Vengo de la flor lila y blanca
que en las matas del pallar
estalla como un grito contenido,
entregando desde la tierra
el pan blanco de las mesas.
Vengo del rubor encendido
de los mangos cadenciosos,
nacidos de la caricia del sol;
y en el candil del verano
se deslizan con dulzura,
como el amor dado en besos.
Vengo del aroma profundo
de las parras de quebranta,
de su esencia ardiente,
de su licor de fuego,
que enciende las noches,
y en su jugo, mi pueblo
se embriaga de vida,
se embriaga de alegría.
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Autor:
Gusechag (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 3 de septiembre de 2024 a las 16:54
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 18
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, La raiz que no se seca, Carlos Armijo Rosas ✒️, Mª Pilar Luna Calvo, rosi12

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