Allí cuelgo
mi abrigo
en los inviernos,
mi sudor
en los veranos,
y mi tristeza,
los días,
que no tengo
y corren en vano.
Allí dejo
la bata
que cubre
mis mañanas,
mis sueños gastados
y al salir
de casa
dejo allí colgado
lo humano del humano.
El clavo en la pared,
colgador olvidado
de soledades y penas
en todas las estaciones
y centro huido
del tiempo pasado.
A ti vuelvo los lunes
y sábados cansados.
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Autor:
Jade (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 28 de julio de 2024 a las 00:28
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 21
- Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque, alicia perez hernandez, Martha patricia B, jvnavarro, Ed-win, Texi, Mª Pilar Luna Calvo, David Arthur, José López Moreno., Mauro Enrique Lopez Z., rosi12

Offline)
Comentarios1
Un clavo muy poético del que cuelgan hermosos versos todos los días
Un saludo
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