AVISO DE AUSENCIA DE Nacho Rey
SI POESÍA QUIERES LEER,
EN ELLA TE DEBES VER.
SI POESÍA QUIERES LEER,
EN ELLA TE DEBES VER.
Del rio Jordán al Mar hay estrecho
para ni siquiera llorar ni disfrutar
queda tiempo, que el Mal sospecho
no descansa excepto banderas quemar.
HAMAS no descansa como enfermedad
ni como contagia. Israel ha de defender
su territorio sin dejar de ser fatalidad
tan poco santo la guerra ni tampoco querer.
Israel a su mano santa cuida su oveja,
la pequeña gran patria con Dios su defensa,
sobrevivir en todo caso es lo que se refleja
no hay más remedio es lo que se piensa.
Israel está sola entre tanto y tanto atraco
escondido, la antisemita Izquierda constante
vigila ¡Oh Israel! que nunca el bellaco
vecino se detiene: ¡el Mal es muy petulante!*
(*): Descarado, insolente
Mayo 2.024
NACHO REY
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Autor:
Nacho Rey (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 6 de julio de 2024 a las 07:43
- Comentario del autor sobre el poema: Estoy a favor de Israel. Me hace gracia la Izquierda y su hipocresía y su ignorancia. ¿QUÉ LE PASARÍA A UN HOMOSEXUAL EN PALESTINA?. Ya os lo digo yo: ¡¡ A LA HORCA !!. Mientras que en Israel no pasa nada, porque está permitido. En Palestina LA MUJER VALE MENOS QUE UN PERRO, MIENTRAS QUE EN ISRAEL, INCLUSO HACEN EL SERVICIO MILITAR, y es sabido de las mujeres soldados israelís como combaten contra los terroristas de HAMAS, con valentía y patriotismo. Y por muchas más razones estoy a favor de Israel, ESO TAMPOCO QUITA DE QUE OJALÁ NO HUBIERA GUERRA NINGUNA Y SE PUDIERA VIVIR EN PAZ. Que es también mi deseo. Por cierto, dudo mucho que a la Izquierda le importe Palestina, y sólo se mueva por intereses específicos.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 27
- Usuarios favoritos de este poema: Nacho Rey, Scarlett-Oru, Classman, alicia perez hernandez, rosi12
Comentarios4
Viva el pueblo de Israel, su nacion y su legado.
Gracias
ISRAEL UN ALTRE POBLE OPRIMIT
una ABRAÇADA
que bueno que hables de Israel sobre todo viviendo en España ,en que los moros tienen gran influencia, en la gente y en los medios de comunicación un placer leerte
Gracias rosi por tu comentario.
Apoyar a un Estado no es lo mismo que apoyar su gobierno o sus políticas. Israel es un país con historia compleja y realidades diversas, sí, pero el actual gobierno de extrema derecha —liderado por Netanyahu y sus aliados ultranacionalistas— está siendo denunciado por Naciones Unidas, Amnistía Internacional y Human Rights Watch por crímenes de guerra y violaciones de derechos humanos en Gaza. Criticar eso no es “estar contra Israel”, es estar contra la injusticia. Lo mismo que criticar a Putin no te hace “antirruso”.
Esa frase de “¿qué le pasaría a un homosexual en Palestina? ¡A la horca!” mezcla verdad parcial con propaganda. En Gaza, gobernada por Hamás, ser abiertamente homosexual sí es extremadamente peligroso, pero reducir “Palestina” a Hamás es como decir que “España” es Vox. En Cisjordania, bajo la Autoridad Nacional Palestina, la situación es distinta: sigue habiendo represión social, pero también movimientos LGTB palestinos como alQaws que trabajan dentro del territorio y desde el exilio. Por otro lado, Israel usa los derechos LGTB como herramienta de propaganda política, lo que se conoce como pinkwashing: se presenta como un “paraíso gay” para ocultar los abusos sobre el pueblo palestino. Y eso no es progreso, es marketing político con vidas humanas.
La desigualdad de género existe en ambos lados. En Palestina, el patriarcado es duro, sí, pero en Israel tampoco es la utopía feminista que venden. Las mujeres israelíes hacen el servicio militar… pero no por igualdad, sino por obligación. En muchos casos, sufren acoso sexual dentro del ejército (más de 1.500 denuncias al año, según el propio Ministerio de Defensa israelí). Y las mujeres palestinas, por cierto, también resisten: periodistas, médicas, madres y activistas que se enfrentan al ejército más poderoso de Oriente Medio sin armas, sólo con su voz o sus cuerpos. El feminismo no se mide por quién empuña un fusil, sino por quién tiene libertad y derechos plenos. Y en Gaza hoy las mujeres mueren bombardeadas, no porque “no valgan nada”, sino porque viven bajo ocupación.
Decir “yo quiero la paz, pero estoy con Israel” es como decir: “Estoy contra el hambre, pero apoyo al que bloquea la comida.” Israel lleva décadas controlando fronteras, cortando suministros y restringiendo medicinas en Gaza. Eso no es defensa, es castigo colectivo. Desear la paz mientras se justifica al opresor es un ejercicio de hipocresía emocional.
Lo que le importa a la izquierda no es el color de la bandera, sino los derechos humanos. Por eso muchos movimientos progresistas apoyan a Palestina: no porque estén “en contra de Israel”, sino porque entienden la asimetría brutal entre un Estado con uno de los ejércitos más poderosos del mundo y un pueblo sin Estado ni soberanía. El sufrimiento palestino no es una moda ideológica, es una tragedia que lleva más de 75 años. Defender su derecho a existir no es ser “de izquierdas”, es ser humano.
Apoyar los derechos LGTB, la igualdad de género o la paz no debería servir para justificar el genocidio de otro pueblo. Los derechos no se usan como escudo político. La verdadera coherencia no consiste en elegir bando, sino en rechazar toda forma de opresión, venga de donde venga.
Los derechos humanos no se reparten según pasaporte. Ni Israel es un refugio de libertad, ni Palestina un pozo de barbarie. Ambos son pueblos con dolor, pero sólo uno tiene el poder de borrar al otro del mapa.
Buen día-
Respeto tu opinión aunque no la comparto en muchas cosas. Y si te respondiera no acabaríamos nunca (creo yo). De todos modos, te doy las gracias por visitar mis letras, un fuerte abrazo.
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