HACIENDO BARULLO EN POEMAS DEL ALMA

EDUARDO FAUCHEUX



HACIENDO BARULLO EN POEMAS DEL ALMA

De un poeta mediocre no se puede esperar mucho...

y siendo mediocres, gastaríamos en pólvora y cartuchos,

porque refugiándonos en la mediocridad, tendremos garantía

de estar entre los que quieren pasar desapercibidos, todos los días.

 

Así, como están las cosas, estar "invisibles" sería estar ni bien ni mal;

y, como si fuera que, "clase media" para todos, para todos, fuera igual.

Como estamos desde hace décadas, revolviéndonos en la basura política,

"cortando bulones con el anillo de cuero", año tras año, metiendo críticas

en esta gigante "Gran Olla Popular" del guiso de la mersada gremialista,

de la inseguridad, de la falta de educación, de la pereza judicial oficialista,

de la carroña legislativa y, de postre, panqueques ejecutivos al alcohol en gel,

inmersos en, cada vez más, pobreza, desocupación y analfabetos en el pastel,

es que prefiero ¡mil veces! estar en una mediocridad, antes que en la picota

de la esclavitud del dictador de turno, que nos engaña ¡con la puta pelota!



¿Que tengamos Fe y esperanza? No sé... son palabras a las que ya le tengo miedo,

está en boca de todos los candidatos que, disimuladamente, nos meten el dedo.

Esa es la fórmula que será éxito en la próxima elección presidencial ganadora:

¡la frase mágica para aquellos imbéciles en su patética credulidad abrumadora!



Y, ¿qué crees?¿Que viajaremos a la estratósfera?¿Que llegaremos a ser superpotencia? 

¿Que, de ahora en más, viviremos sin préstamos ni créditos? Sí, tené paciencia...

esperá sentado, crédulo y no me hagas reír, que tengo el labio partido,

no seas gil, ¡que todo es por tu culpa, pedazo de tonto mal parido!

 

Y cuando desaparezcan de la faz de la Tierra -por un mortal meteorito-

varón y mujer, y todas sus posesiones, pasiones, boberías, locuras y gritos,

las nuevas generaciones de hormigas, cucarachas y bichos que nos sobrevivan,

evolucionarán mejor que esta sociedad actual y a estos malditos que nos cautivan.



El mejor refugio donde uno puede ser libre es en su propio interior.

Yo también me enojo ¡y mucho! porque me indigna -hasta el dolor-

la incapacidad mental de una sociedad estúpida que no reacciona

ante lo evidente y lo inevitable de cómo un gobierno nos involuciona.

 

Ver que te meten la mano en el bolsillo, que entran a tu casa sin permiso,

que te vigilan si vas al baño y que solo lo hacen "por compromiso",

que te inducen qué vas a comer, qué puedes ver o qué debes pensar

para el mejor control de tu vida... ¡y todo eso te lo debes "fumar"!

 

Pero, aún así, a pesar de que nos corroe esta enfermedad moral,

todavía hay gente que rinde culto a una Amistad incondicional...

Y, sí, la serenidad es el remedio para no enfermarnos, en su medida,

en este poema del alma que hace un poco de barullo, buscando una salida.

 

Eduardo Faucheux

15-05-2025



https://www.poemas-del-alma.com/blog/mostrar-poema-451583

  • Autor: Eduardo Faucheux (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 16 de mayo de 2025 a las 00:00
  • Comentario del autor sobre el poema: "En este 'Haciendo Barullo en Poemas del Alma' he querido vomitar una bronca visceral, esa que nos atraganta a diario al ver cómo se manipula nuestra fe. Es un grito desde las entrañas de un ciudadano hastiado de la retórica vacía, de las promesas incumplidas y de una clase dirigente que parece prosperar en la ineficiencia y el engaño. He buscado reflejar esa sensación de estar atrapados en un ciclo vicioso, revolviendo la misma basura política sin encontrar una salida. La 'Gran Olla Popular' es una imagen cruda de nuestra realidad, un caldo espeso de problemas que se cocinan a fuego lento mientras nos distraen con 'la puta pelota' de turno. La fe y la esperanza, palabras tan manoseadas por los aspirantes al poder, se han convertido en vocablos vacíos, en anzuelos para incautos. Y la idea de un futuro brillante, de un progreso real, se desvanece ante la cruda constatación de nuestra inmovilidad, de nuestra propia complicidad como 'tontos mal paridos'. Quizás la única tabla de salvación, el último refugio, reside en la fortaleza interior, en esa capacidad de indignarse y de reconocer la enfermedad moral que nos corroe como sociedad. Pero incluso en esa rabia, busca un atisbo de serenidad, un antídoto para no sucumbir al cinismo absoluto. Este poema es un barullo, sí, un estruendo de palabras que buscan, a tientas, una rendija de luz en medio de tanta oscuridad. Es mi forma de hacer ruido, de no pasar desapercibido en esta mediocridad impuesta, con la vana esperanza de que el eco llegue a alguna conciencia dormida."
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 19
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