Fue entonces, cuando retozó el lamento, procedente de unas
flores quebradas por el viento, la misma tierra, se tiñó de
azaleas, incluso el magnolio quiso redimir la solanera con
sus vistosos y graciosos capullos de nieve roja.
Incluso los sauces, desearon desprender una ligera lluvia
de azucar.
Las cigüeñas, desplegaron sus alas de luna, sobreándo
los surcos fértiles, sembrados de mijo y azafranes.
Los cuervos del lugar, decidieron huir dispersándose
por el espacio azul celeste.
Momentos después, llegaron los duendes del amor,
engalanados con unos collares hechos con graciosas
campanillas ardientes...
- Autor: emiliodom ( Offline)
- Publicado: 5 de mayo de 2024 a las 05:04
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 9
- Usuarios favoritos de este poema: jvnavarro, Francisco Javier G. Aguado 😉, Texi
Comentarios2
Has pintado un jardín
Un saludo
Gracias jnavarro
Un saludo
Hermosura de poema!
Gracias Emiliano DR
Un saludo
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