Caprichos y Arrepentimientos, Dependencia y Desapego

Twomett



¿Saltaste o tropezaste? ¿Por qué elegiste caer de tal altura? ¿Qué creías que pasaría? ¿Simplemente huías? No importa, después de caer lo que sigue es levantarse, pero incluso así, solo consigues arrastrarte.

 

Vamos, sigue arrastrando ese lúgubre cuerpo, hazlo hasta sentir el suave calor del sol. No queda muy lejos, pero por más corto que sea el camino, siempre vamos lento. No te apresures; aún caminando irías lento, incluso corriendo. De nada sirve apresurarse cuando no sabes dónde estás y mucho menos a dónde vas.

Descansa si gustas, pero no te quedes ahí por mucho. Pronto las raíces del suelo te envolverán y de ti se alimentarán, y cuando tal vez quieras continuar, tarde será, pues no te dejarán ir. Se aferran fuerte, te necesitan para vivir.

 

—¿Que las vas a arrancar? ¿Crees que es sencillo hacerlo?

 

Si gustas, inténtalo. Es posible, pero dolerá. Es posible, pero necesitas algo como la ira. Porque estas enredaderas se alimentan de tus fuerzas y voluntad, y si ahora mismo no te puedes levantar, imagina cómo será cuando se abran paso a tus adentros.

Comienzan sosteniendo cada parte de tu cuerpo, hasta inmovilizarte. Lo hacen con suavidad, lo hacen para darte comodidad. Tal vez creas que no te harán daño, y quizás sea cierto. No siempre buscan lastimar, solo se quieren aferrar, solo quieren consumir hasta dejarse marchitar; es su ciclo.

 

No te recomendaría confiar; la anestesia es el primer efecto que te dan, y aún si te alivia, cuando te acostumbras te deja de afectar, y cuando no puedas moverte, la angustia regresará.

 

En ese estado soñarás con moverte y alejarte, con ser libre de utilizar esas fuerzas de las que se adueñan, pero no podrás. Y cuando encuentren tus ojos, en ellos entrarán; cuando encuentren tus oídos, dentro de ellos crecerán. Escucharás fuertes susurros mientras alucinas, creyendo haberte podido liberar. Esas son pesadillas, porque al despertar sabrás que nada fue real.

—¿Que no te puedes levantar? No te preocupes, con tal de moverte más y más, pronto podrás llegar a un mejor lugar.

 

—¿Quién soy? Yo, solo soy un cegador más, que como tú cayó en este lugar, que como tú se quiso quedar. Fue el capricho que más arrepentimientos me pudo causar, y hay otra manera de poderse liberar, pero te aseguro que el desapego también te dañará.

Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales


Comentarios2

  • alicia perez hernandez

    INTERESANTE EL TEMA Y SU LECTURA

    • Twomett

      Gracias!

    • Omaris Redman

      "Descansa si gustas, pero no te quedes ahí por mucho. Pronto las raíces del suelo te envolverán y de ti se alimentarán, y cuando tal vez quieras continuar, tarde será, pues no te dejarán ir. Se aferran fuerte, te necesitan para vivir."

      Interesantes letras reflexivas!

      • Twomett

        Je.. sí, muy reflexivas, gracias...



      Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.