Mujer de luces
que blandió la espada elegante de las letras,
despreocupada de la emancipación,
dejo sin excusas
el sacrificio impuesto de ser mujer.
Bruja sabia que vistió de hábitos su cuerpo
y de escándalo la iglesia.
Ser místico que persuadió al universo
de permitirle volar
dando sentido a la palabra
y razón al pensamiento.
Dueña de sí, del lenguaje,
de la música, la poesís y la dramaturgia.
Humanidad que engalano las cortes virreinales.
Señora que a todas voces
hace hablar al silencio universal.
Hacedora del conocimiento,
mujer de siglos.
Cordón de historia,
vientre que jamás parió.
Virtud de fe,
Oculta entre las celdas de un convento.
Enamorada dichosa del amor eterno.
Ególatra de la belleza
a pesar de la dolencia.
posaba su mirada y hallaba el sonido,
ingenio osado con el verso,
y metáfora en la sonrisa.
Mujer de hombres sin entendimiento,
sutileza y encanto
en competencia siempre consigo misma.
Vasalla de la pasión por el amado.
Soberana de finesas y deseos
que aprisiono entre lecturas y miles de versos,
viendo sus hierros como doradas cadenas
hasta pintar con esfuerzos,
su muerte de colores serenos,
con la paciencia ardiendo en fuego.
-
Autor:
Isel (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 23 de abril de 2024 a las 00:58
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 5
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.