Sofía

Alberto Escobar

 

Caminar hacia la Sofia
es tanto como caminar
hacia el horizonte. 

 

 

Me sento y pienso, 
alzo la vista al cielo, 
miro las estrellas 
y no acierto a encontrar
el camino, el transcurso. 
Me siento y leo,
abrazo el conocimiento
mas este me rechaza,
me alza la palma de la mano
y me detiene, me considera
no apto para degustar el manjar,
la ambrosía en que consiste
cada uno de los alfajores, elixires
y delicatesen que componen 
su dieta, y que le dan nutriente. 
Me siento y rezo, 
me declaro impotente, importante
solo en lo que de pequeño, de insignificante
me llena por dentro y me conformo,
me resigno a ser nadie, y morir en el intento
de tocar aunque con la imaginación sea
la próxima luna, y la siguiente estrella. 
Me siento y no hago nada, 
me quedo aunque sea por un instante
en la inopia de no saber cuándo, cómo,
por qué, dónde, ni quién es el causante
de esta desazón que me quema por dentro,
quién me manda querer, desear la difícil, 
inútil y vana empresa de aspirar a saber 
por saber, sin un propósito crediticio,
sin una vil materia que justifique el esfuerzo,
sin una recompensa que aliente el aplauso
del respetable y me procure nombre y espejo. 
Para qué saber si no renta dineros, 
si incluso, en ocasiones, es ocasión de desagravio,
de envidia y disputa y trae a maltraer al infeliz
que se atreve a sondear sus mares, sin bitácora. 
Para qué sentarme y pensar con el poco tiempo
que el ejercicio necesario de dormir nos deja
para perder el tiempo, o ganarlo según se mire. 
Para qué sentarme a leer si la lectura me enrabieta,
me irrita, me disturba las convenciones ya convencidas
en las que me debato, para qué amarejadar las aguas
serenas en las que día tras día nado sin trastorno
ni naufragio, para qué adentrarme en la utilidad
de lo inútil, de lo que no procura posición ni boato. 
No quiero seguir caminando hacia Sofía...

Ver métrica de este poema
  • Autor: Albertín (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 21 de abril de 2024 a las 15:31
  • Comentario del autor sobre el poema: Qué nos mueve a saber algo que no nos vale en la sobrevivencia.
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 14
  • Usuarios favoritos de este poema: Sierdi, Alfredo Arteaga, Omaris Redman, Alexandra L.
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Comentarios3

  • Sierdi

    Cuando es muy difícil llegar donde aquel ser.
    Has que llegué a tí, usando tu querer.
    Y si no es el amor de una persona,
    guárdala en esa partecita que más te emociona.
    Un saludo amigo de Letras.

  • Raiza N. Jiménez E.

    Geniales los dos...No agregaré nada, todo está dicho y entendido. Gracias a los dos.

  • Omaris Redman

    "Me siento y no hago nada,
    me quedo aunque sea por un instante
    en la inopia de no saber cuándo, cómo,
    por qué, dónde, ni quién es el causante
    de esta desazón que me quema por dentro,
    quién me manda querer, desear la difícil,
    inútil y vana empresa de aspirar a saber
    por saber, sin un propósito crediticio,
    sin una vil materia que justifique el esfuerzo,
    sin una recompensa que aliente el aplauso
    del respetable y me procure nombre y espejo."

    Bonita y compleja poesía!

    • Alberto Escobar

      Eso me pasa, que mi poesía suele ser bonita y compleja, por eso tengo una minoría selecta que me sigue, nada más y nada menos. Un abrazo Omaris,

      • Omaris Redman

        Pues esa minoría selecta (donde me incluyo) es la que realmente encuentra en sus letras lo bello de la poesía, saludos cordiales estimado Poeta, feliz martes,



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