LOS JUGADORES DE CARTAS
El pueblo está en plenas fiestas,
pero estos cuatro paisanos
jugadores de cartas
permanecen encerrados en casa,
con un gesto muy curioso
de plácida inexpresión.
Suena en la calle el cohete,
los arcabuces, la traca,
la banda va desfilando,
pero estos cuatro
paisanos no se alteran
ni se asoman,
no se apartan de la mesa,
no parecen especialmente entusiasmados
ni siquiera con el juego.
Penetra por la ventana
un rayo de luz poniente,
poco enseguida oscurece,
domina la oscuridad,
a tramos interrumpida por los eléctricos arcos
que se han instalado para la gran ocasión.
La oscuridad ya domina,
pero la fiesta se alarga
con la procesión nocturna,
mientras que los jugadores
parecen sentirse ajenos
o por lo menos distantes,
como si fueran extraños,
a un júbilo que es común.
No se implican, no se ríen, no se asoman,
sonríen plácidamente
y no se ocupan de más.
Hay gente así por el mundo.
Se ve crecer el misterio en sus caras
y en su falta de expectativas.
¿Acaso no son humanos? ¿Tienen
acaso una secreta misión?
Gaspar Jover Polo
- Autor: gaspar jover polo ( Offline)
- Publicado: 12 de abril de 2024 a las 03:52
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 7
- Usuarios favoritos de este poema: Nitsuga Amano, Omaris Redman.
Comentarios1
Interesante! Hay gente que se desconecta del mundo como por arte de magia, crean su propia esfera alejados de toda emociĆ³n, saludos cordiales, buen escrito,
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