**~Novela Corta - Alcanzar el Futuro~**

Zoraya M. Rodríguez

Novela Corta: Alcanzar el Futuro 

Por: Srta. Zoraya M. Rodríguez Sánchez

Seudónimo: EMYZAG

Comenzada: 5 - 10 de abril de 2024…

Publicada: 10 de abril de 2024…

Terminada: 10 de abril de 2024…

Editada: 10 de abril de 2024…

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7008 Palabras 11 Páginas  





~ * ~Sinopsis:

~ * ~Magdalena realiza un invento casero para observar y alcanzar el futuro… 








Sucesos:

 

  1. Magdalena quiere observar el futuro…
  2. ¿Cómo logra observar el futuro Magdalena?...
  3. ¿Dónde consigue el artefacto para observar el futuro Magdalena?...
  4. ¿Qué invento realiza Magdalena para observar el futuro?...
  5. ¿Qué pormenor enfrenta Magdalena con ese invento?...
  6. ¿Qué insistencia tiene Magdalena con ese invento para observar el futuro?...
  7. ¿Qué tres altercados tuvo Magdalena con ese invento y con la autoridad?...
  8. ¿Cómo soluciona Magdalena esos tres altercados?...
  9. Magdalena se rinde al alcanzar el futuro…
  10. Magdalena sin alcanzar el futuro se pierde dentro del invento…




Magdalena es una joven de apenas veinte años de edad, ojos claros color café, morena con el bronceado del sol y posee una sonrisa inigualable. La vida de Magdalena comienza a instruirse y a preparar a su vida para poder alcanzar un futuro, un futuro no lejano entre estudio y trabajo. La vida para Magdalena comienza en una encrucijada en querer saber y averiguar el futuro no lejano sin ser remoto, sin poder expresar un adiós a su propio futuro. Magdalena, fría, letal, mortífera y llena de un espanto se cuece el alma en querer y tener que aceptar, observar el futuro para poder alcanzar el futuro de su propio destino. La vida de Magdalena se torna estable, pero, insípida, impasible y muy tormentosa cuando, sólo, desea saber el futuro. La inestabilidad de la ciencia en su mundo es la orden del día cuando se atemoriza por vivir un trance casi perfecto cuando en el alma de Magdalena se cuece de un sólo anhelo y es querer saber y alcanzar el futuro. La vida de Magdalena se torna plena, conmísera, influyente y con una influencia devastadora cuando en el suburbio del corazón, sólo, desea alcanzar un futuro y ese futuro es el de tratar de ser feliz. La vida para Magdalena es álgida, tenue y opaca cuando no posee absolutamente nada de la existencia ni de la vida. Magdalena se aferra a vivir en el anonimato como nómada de la vida y huérfana del amor, queda la vida de Magdalena sin futuro alguno. Magdalena y en plena libertad como libre es el albedrío en toda su vida, sólo, desea la muchacha ser partidaria de un sólo futuro incierto, pero, muy seguro para todos. La jovenzuela llamada Magdalena quiere asegurar su propio futuro y, sólo, desea poder reinventarse para poder alcanzar el futuro. La muchacha llamada Magdalena desea converger una sola situación y es poder saber, averiguar e interceder por el futuro incierto que todavía no ha llegado. La vida de Magdalena se aferra al frío que le produce sin saber de su futuro cuando se perfila la insistente insistencia en poder averiguar el futuro. La vida de Magdalena comienza a diluir un sentimiento, una fuerza en poder descifrar su propio futuro y saber que el futuro puede ser perseverante en cada sentido de la vida. Si Magdalena se aferra al imperioso futuro no será más impetuosa con su propio futuro. La vida para Magdalena se aterra en poder saber que el futuro es incierto, pero, para ella nada es imposible, cuando ella, decide embarcar hacia su propio futuro en poder saber y averiguar acerca de lo que le depara y vaticina el futuro y sin preámbulos lograr que el futuro pueda vivir. La vida para Magdalena se aferra al frío desconcierto de entrever una sola razón y es poder tomar al futuro como si fuera una soga y cortar por lo más fino hasta lograr hacer del futuro uno verdadero y tan real como poder saber. Magdalena estudia y trabaja, pero, sólo desea saber lo que en premonición le depara el futuro sin poder edificar ni cuantificar lo que el futuro le depara. La vida de Magdalena corre como pasa el tiempo sucumbiendo en un trance tan real como verdadero cuando el tiempo transcurre y Magdalena, sólo, estudia y trabaja y no sabe cómo saber el futuro. La vida real para Magdalena son sus estudios y su trabajo, viviendo en el presente y pensando en el futuro para poder cambiar o mejorar el futuro que le depara. Si para Magdalena la vida no es igual cuando se interpone el futuro para poder vivir tranquilamente y en paz esperando por un tiempo en que el futuro no persista. La vida para Magdalena, sólo, presiente que su futuro está alterado, funesto y muy entristecido cuando la vida atormenta como presiente la furia del dolor cuando Magdalena corre en ser sólo una huérfana de Dios cuando la vida lleva consigo todo futuro incierto. Para Magdalena, sólo, desea convivir con el cielo inalcanzable cuando el futuro es incierto y borra todo pormenor de la vida incierta queriendo adherir el tormento, la vida, el amor y la pasión por el futuro incierto. La vida perpetra, trama y realiza un cometido frío, pertinaz y tanto suplicio cuando el respiro es por hacer valer a la vida y su futuro. Y Magdalena se aterra al sentir la sola desolación de un futuro sin ser lejano.    

Solamente Magdalena quiere saber y averiguar su futuro cuando el futuro es sólo un anhelo que despierta el sonido, el sueño, la meta y el anhelo en ser y tener lo que quieras. Cuando en el alma de Magdalena con la plena libertad se aferra y se aterra en querer saber el futuro. Cuando Magdalena encrudece el deseo y en el tiempo en querer solventar la riqueza que posee el futuro. Si en el alma de Magdalena y en la cabeza que posee más que inteligencia innata y sin apenas sospechar que el futuro nadie lo puede saber. Magdalena piensa e imagina cómo poder observar el futuro desde el presente y se debate en una conmísera insistencia en poder averiguar el futuro que nadie sabe. La joven muy inteligente en su pensar y en su imaginación realiza un artefacto invisible, abstracto, muy transparente y muy translúcido para poder averiguar y alcanzar el futuro. Magdalena, sólo, quiere alcanzar el futuro y lo logra edificando una idea, una meta y un logro por alcanzar y observar el futuro. La muchacha llamada Magdalena, sólo, quiere observar el futuro y lo logra inventando un artefacto mágico con la idea para alcanzar el futuro y… ¿cómo Magdalena logra crear éste artefacto mágico?, con su imaginación, con su pensamiento fraguando la idea en numen inventivo acerca de observar y querer alcanzar el futuro. La vida para Magdalena se aferra y se aterra el saber que no puede alcanzar el futuro cuando en el embate de la vida se aterra en poder vivir el presente sin poder saber ni alcanzar el futuro. La vida sin calmar la vida se halla Magdalena cuando, sólo, desea averiguar el futuro como su futuro sin haber vivido. Magdalena se aferra al frío y al álgido viento que le roza la piel, que le susurra al oído, alcanza el futuro. La vida de Magdalena se aterra al saber que la vida se vive el presente y que el futuro nadie lo sabe sino poder vivir en un mañana no muy lejano y para Magdalena era poder vivir hasta hacer realidad el deseo, la meta y el logro en poder saber el futuro y poder alcanzar. La presencia de Magdalena se aferró al frío desconcierto en querer poder alcanzar el futuro y el futuro nadie lo sabe. Para Magdalena el haber inventado ese artefacto mágico, en un sólo pensamiento y en un sólo numen desafortunado cuando nadie puede saber el futuro. La chica llamada Magdalena se aferra, sólo, al frío que le otorga sin saber ni poder alcanzar el futuro, pero, ella, sólo, ella desea vivir el presente pensando, sólo, en poder vivir el futuro. La chica llamada Magdalena se enfrasca en un terrible dolor cuando, sólo, desea poder alcanzar el futuro con su pensamiento, con su soledad y averiguando el futuro y declarando que la vida le otorga una posibilidad en poder alcanzar el futuro y haber obtenido el vaticinio. La premonición de un futuro incierto se debe a que se vive el presente para poder vivir el futuro. La esencia y la presencia autónoma en debatir y poder saber el futuro queda en manos del sortilegio y de la suerte a su merced. La vida para Magdalena no ha sido fácil entre estudio y trabajo desea superar y alcanzar el futuro, pero, algo se le impide y es que tiene que vivir el presente pensando sólo en el futuro venidero. La premonición de un futuro en la vida para Magdalena se aferra a la magia de controvertir su fuerza y más que eso en la fortaleza en creer en el destino a fuerza y en un clandestino momento. Cuando Magdalena se aferra a la manera y a la forma de ver y sentir en el cielo un poco de un destino fuerte, pero, inalcanzable es cuando la vida marca un tiempo, un numen y un fraguar de un artefacto casi inerte, pero, muy invisible y translúcido, y tan transmutado como la fiera en poder sentir la fuerza en espelunca como un cóncavo corazón en que sólo el tiempo es indeseable, pero, muy bueno para poder vivir el presente pensando en un futuro no muy lejano. 

¿Cómo y dónde Magdalena logra conseguir el artefacto para poder alcanzar el futuro?, pues, desde su imaginación y pensamiento, sólo, fraguando el tiempo y más poder vivir el presente y más poder vivir el futuro. El pensamiento de Magdalena se aferra al frío y más a la comitiva de creer que fraguar el futuro no es convidar ni converger en el desastre en poder crear un artefacto para poder alcanzar el futuro. Magdalena, sólo, desea alcanzar el futuro y es su futuro que está en juego como poder con fuego jugar un juego, una virtud, una esencia y más que eso toda una vida para que pueda Magdalena alcanzar el futuro proveyendo sólo un numen, un fraguar, una imaginación y un sólo pensar. La vida comienza en poder pensar e imaginar lo que depara el futuro cuando se vaticina o se observa el futuro en ese artefacto invisible, transparente, translúcido y muy abstracto era tan sólo imaginar y pensar que la vida atormenta como es tan fuerte la vida en poder sublevar y saber el futuro para Magdalena. Si Magdalena, sólo, se aferra al frío de un desastre para convertir el presente en un futuro no muy lejano ni mucho menos muy remoto. Sin poder saber el futuro se halla Magdalena y con una eterna frialdad se convierte en un sólo trance imperfecto cuando sólo el futuro sin percibir está Magdalena. Y Magdalena se aterra al frío cuando sin saber el futuro se convierte en una sola mujer con un crudo pensamiento y con una sola ansiedad y es poder alcanzar el futuro. Cuando Magdalena se aterró al álgido viento y que le susurra poder alcanzar el futuro, se convierte en un sólo trance perfecto cuando se aterra la conmísera atracción en caer sobre el césped y decir -¨sé mi futuro¨-, y es sólo el pensamiento y el sentimiento de Magdalena se aferra al frío y al gélido viento que le susurra. Magdalena sólo se encierra al frío desconcierto de creer en el futuro incierto, cuando sólo ocurre el frío y el gélido viento en saber descifrar el acometido de caer sobre el césped y decir que… -¨sé mi futuro¨-, pero, aunque el artefacto le falla aún, Magdalena no sabe todavía su futuro para poder expresar todo lo que vaticina y en premonición de su propio futuro. Si el artefacto cree que la vida es incierta como el futuro sin poder saber ni mucho menos poder alcanzar el futuro. Cuando en el alma se da un futuro incierto se sabe que el futuro es incierto como una premonición o un silbido en trance que le susurra el viento. Si Magdalena se encierra al deseo efímero, pero, muy convertible e introvertido momento en saber que su futuro sin saber se halla ella y con un artefacto invisible, translúcido y muy abstracto en su propia imaginación y en su propio pensar. Y la imaginación se debe a que el pensar de Magdalena se abre en un santiamén y decide alcanzar el futuro, sí, su futuro. El futuro de Magdalena se aferra al frío desconcierto que se le ofrece al acometido en caer de bruces caídas sobre un césped, por el cual, Magdalena desea saber su futuro y poder alcanzar el futuro. La vida para Magdalena se aterra en un frío y en un álgido viento que le susurra la pregunta -¨¿puedes saber tu futuro?¨-, y el viento álgido, tenaz y tan audaz como el saber de la vida y de la existencia. Cuando ocurre lo que transcurre una seriedad en el alma y en el ocaso una sola ansiedad en que el tormento acecha como el venidero momento cuando en el alma de Magdalena se aferró al frío desconcierto en creer en el embate y en dar una conmísera atracción y de un nefasto tiempo. El tiempo sin frenar y sin poder respirar la vida ni el tiempo, caduca como poder sin saber el futuro se detiene la frialdad en dar una sola virtud y un sólo comienzo en creer en el embate de poder ver, vaticinar, y con premonición dar y ofrecer un futuro. Y el artefacto imaginativo y muy pensativo que realiza Magdalena para poder observar su futuro es un artefacto imaginativo, sólo, en la imaginación de Magdalena se perfila el futuro. 

El invento que realiza Magdalena para ver el futuro es un invento imaginativo, pensativo, abstracto e invisible cuando, de repente, comienza a dilucidar su futuro en la mente de Magdalena. La vida de Magdalena comienza a decaer, a deformar y de manera tal que desea un cambio futurístico y drástico, pero, en la creencia en que ella cree que el futuro sin cambiar se aferra al desconcierto frío de entrever una sola razón y sin poder cambiar el futuro se pierde Magdalena pensando e imaginando un altercado con su futuro. El artefacto imaginativo que realiza mentalmente Magdalena puede observar el futuro de ella, pero, sin poder realizar cambio alguno. Magdalena se pierde pensando e imaginando su futuro y cómo logra obtener su futuro sin percances ni desavenencias para poder vivir en paz y en un futuro no muy lejano ni muy remoto. La vida de Magdalena se aferra al artefacto inventivo, pensativo e imaginativo para poder observar o hacer algún cambio en su futuro. Magdalena se aterra al frío y al gélido viento que le susurra en el oído que… -¨¿Magdalena sabes el futuro?¨-, y Magdalena, aún, sobre el césped piensa e imagina que el tormento en creer que su mundo se aferra al futuro de su propia imaginación se debe a que el frío converge para pensar, observar, saber y alcanzar el futuro es demasiado corto el trayecto que enfrenta Magdalena. Magdalena se aferra y se aterra al sentir y percibir que el trance perfecto de su imaginación inventiva, pensativa, abstracta e invisible puede saber e imaginar el futuro mismo cuando es propio saber que la vida comienza a decaer de frente a la vida. Magdalena se atemoriza de un espanto tan seguro como poder ser a ciencia cierta poder ser la mujer llamada Magdalena y que plenamente ha inventado un artefacto translúcido, transparente, invisible y abstracto para poder observar su futuro. El invento imaginativo que inventa Magdalena se aferra en poder observar el futuro y Magdalena sobre el césped desea abrir brechas, desconciertos fríos y un momento álgido por temor en ser un futuro incierto sin poder descifrar su cometido y en finiquitar, terminar y acabar con un futuro desconocido, pero, muy certero en la vida de Magdalena. El artefacto, al fin y al cabo, se debate en un sortilegio en observar un futuro incierto, pero, verdadero por vivir. La transparencia, lo translúcido y lo abstracto se convierte en un futuro no muy lejano cuando Magdalena sobre el césped observa todo su futuro, paso a paso, día por día y minuto a minuto. El artefacto de Magdalena lo hace más eficaz cuando la jovenzuela piensa en el deseo y en poder observar el futuro no muy lejano como si fuera un artefacto frío como el deleite de enfrentar un futuro sin ser cierto. La jovenzuela Magdalena sin poder más que aferrarse a la idea en converger en la manera y en la forma de atraer el futuro no muy lejano cuando se aterra al punto de creer en el combate de dar un sólo comienzo de un momento casi efímero cuando Magdalena desea observar a su propio futuro, pero, no, no puede aún ni lo mira ni lo observa todavía. Cuando Magdalena convierte su vida en un futuro no muy lejano en hacer creer que el alma es luz como en su imaginación pensativa un artefacto que pueda descifrar, observar, expresar y poder alcanzar el futuro. Si para Magdalena el futuro no es certero y sin ser cierto cuando no descifra su cometido cuando la jovenzuela se aferra al imperio que le otorga su propia mente. Y el artefacto se aferra al frío y más a la mente de Magdalena, cuando se aterra en poder expresar y observar un futuro incierto, pero, muy duradero como lo fue debatir en el reflejo un sólo pensamiento y una sola imaginación en donde se cree que el tiempo encrudece de un espanto seguro cuando el tiempo corre como el deseo en poder  observar a su propio futuro. 

Existe un altercado o camorra fría en enfrentar el cometido frío de entrever en lo que con el invento funcionó eficazmente y muy controversial por saber y alcanzar el futuro y más el futuro de Magdalena. Si Magdalena se aferra como el círculo de un sólo evento y tan claro como el poder saber y alcanzar el futuro a través de un artefacto translúcido, transparente, invisible y tan abstracto como su propio pensamiento, sentimiento e imaginación. Magdalena se aterró al deseo en poder saber y alcanzar su propio futuro, pero, no, no aún, no puede saber el futuro. Magdalena se aferra al deseo de convertir al artefacto en un invento en un bien común para la humanidad, pero, se aterra en ser la precursora en hacer realidad éste invento. Porque cuando se aferra el deseo de saber que el futuro se puede averiguar, saber y hasta alcanzar, Magdalena se aterra en enfrentar un sólo promenor y es con la autoridad que enfrenta un altercado con éste invento inventado por Magdalena. Cuando Magdalena en el afán de creer en el combate se cuece de clara voluntad, de un álgido viento y de un porvenir incierto, es un sólo vaticinio o una premonición futurística, drástica y sin ser errática, pero, muy indeleble. Magdalena se ve en la encrucijada de obtener un altercado frío, pero, con la autoridad cuando ella crea un invento translúcido, transparente, imaginativo, pensativo y muy abstracto a la visión de cualquier otro ente que pueda también hacer y realizar el mismo vaticinio futurístico, drástico y sin ser tan errático como el futuro de Magdalena. La autoridad teme a que el invento de Magdalena sea furor entre los habitantes del mundo y ese pormenor se aterra entre Magdalena y la autoridad. Magdalena desea que el artefacto inventado por ella no haga mayor vicisitud entre los habitantes en el pueblo porque es su mayor deseo alcanzar el futuro y más el futuro de ella misma para cambiar, mejorar, evitar y hacer de sueños una realidad porque ella no desea quedar petrificada entre estudio y trabajo sino que desea una vida mejor y tan plena como ser la Magdalena que haya inventado el artefacto que pueda saber y observar plenamente el futuro y que sirva para ayudar a los entes, a las personas y a las gentes. Porque en el alma de Magdalena se aterró cuando la autoridad sabe del artefacto inventado por Magdalena comienza la persecución de un autoridad casi remota y tan intransigente que no permite ni accede para que los entes puedan alcanzar el futuro como lo puede observar y saber Magdalena, al haber cambiado cosas malas e indebidas de un futuro incierto, pero, sin ser muy remoto. Si Magdalena cree en la suerte en poder figurar como presente y observar de cara al futuro una sola esencia como la presencia en querer averiguar, saber y observar su futuro. Magdalena no lo sabe aún, que la autoridad conoce y sabe del artefacto mágico, translúcido, transparente, invisible y abstracto. Cuando en el artefacto abstracto se cuece un delirio fascinante sin saber que el destino es frío como el futuro sin aún vivir. Magdalena se aferra al artefacto casi real que ha inventado con su propio numen, fraguando e inventando e imaginando pensativamente. Cuando ocurre lo que transcurre un tiempo, un invento y un sólo pensar y que con la autoridad es sólo un pormenor, un altercado y un sólo problema que la lleva hacia un sólo futuro venidero, un vaticinio o con una premonición futurística, drástica y sin ser tan errática si se convierte en alcanzar un futuro y que es casi incierto para muchos. La autoridad persigue de cerca a Magdalena y se cuece de espanto cuando en la seriedad del alma la persigue un asunto, un problema y una camorra y es el artefacto ideal para saber el futuro de Magdalena y de quien quiera. El artefacto aún sin patente ni identificación alguna es un peligro inherente para los entes y para la sociedad si expresa así la autoridad.

Magdalena desea converger y convidar con el artefacto porque le expresa algo muy importante acerca de su vida. Magdalena y su artefacto inteligente, imaginativo, invisible, pensativo y tan abstracto como su propio pensar, pero, observando siempre el futuro para poder alcanzar el futuro. Magdalena se prepara para poder enfrentar al mundo y expresar su propio invento de mirar, observar, saber y alcanzar el futuro, pero, algo se interpone y es la autoridad que con fuerza irrumpe entre el sueño, los anhelos y los deseos de Magdalena en expresar el invento al mundo. Magdalena se aferra a un frío altercado de entrever que su invento tiene persecución y una protección de la autoridad para poder descifrar el futuro sin la indebida atracción. Magdalena y su artefacto más inventivo, pensativo y más que imaginativo le hace edificar su esencia y más que eso su presencia cuando el artefacto petrifica la conmísera ilusión. Cuando Magdalena se aferra al frío y al desconcierto indeleble que le produce por haber realizado un artefacto, con el cual, se puede saber, observar y alcanzar el futuro con tan sólo pensar e imaginar un futuro real. Y, sí, que lo consigue saber y observar el futuro cuando arde el tiempo y más que eso transfiere un psiquis desde pensar, imaginar, inventar y fraguar lo acontecido cuando arde el temor en ser como el deseo de proteger y haber sido confeccionado con su propia mente. Seguramente y claramente se aferró al deseo en converger y convidar una razón indeleble en contra de la débil pasión que le otorga la vida y más que eso la esencia y más la presencia autónoma en dar una sola señal. Cuando en el alma de Magdalena se entristece, por todo y por tanto, cuando la autoridad la persigue con ese invento o artefacto, el cual, se forma y de manera segura para la inseguridad de los entes o personas de la sociedad, como expresa la autoridad. Seguramente se enlaza un sentimiento y un sólo pensamiento con el artefacto de Magdalena cuando en el juego por saber, observar y alcanzar el futuro, se entrelaza un numen inventivo, fraguando un sólo pensamiento. Cuando en el momento entre Magdalena y el artefacto inventivo es una relación extrema entre la razón, el sentimiento y el sólo pensamiento. Cuando arde el sentir y más que eso el deseo y poder alcanzar el futuro un futuro incierto, pero, que todo mundo quiere y desea ver, mirar y más que eso observar desde poder vivir el presente, pero, si vives bien tu presente no tendrás altercado alguno, sólo que Magdalena desea cambiar algunas cositas como los estudios o un trabajo en el futuro. Magdalena sólo quiere cambiar las cosas malas o la mala suerte que se avecina en su vida y en su existencia por vivir. La forma y manera de creer en el embate de ese gran artefacto se fue por donde se va el aire de forma más remota, sintiendo que el viento es tan viejo como la misma vida, pero, el artefacto es como la ira, como lo inventivo y más como lo más pensativo de un sólo pensamiento y eso a la autoridad no le agrada para las personas saber, averiguar, observar y alcanzar el futuro cuando no se ha vivido de tal forma. Cuando en el presente se torna áspero y tan real como el mismo pensamiento o invento inventivo que comienza a dar señales de bien común para la Magdalena, pero, para la humanidad aún no. Cuando en el alma de Magdalena se viste de esencia y más de una presencia devastada por un futuro incierto no le da abasto para realizar los cambios pertinentes en hacer creer que el invento sí funciona. Y sí que funciona, se altera y se edifica con un bien común destronando la idea en converger y de convidar una sola razón en ideas claras de un sólo futuro y tan incierto como sin poder haber vivido. El artefacto en la cabeza de Magdalena se aferra a la idea tan conducente en poder haber creado un invento y tan mágico, y tan abstracto como poder ver, observar y alcanzar el futuro.             

Magdalena sintiendo una fuerza extrema entre la carencia y la riqueza de ese invento, se vio como el frío tormento e indeleble razón, cuando al futuro nadie lo puede cambiar, pero, saber, ver, observar y alcanzar el futuro es por parte de la vida y de la presencia misma. Cuando arde el reflejo del alma en ese artefacto, por el cual, se refleja el futuro, se puede saber u observar para alcanzar el futuro con tan sólo pensar e imaginar y abstractamente poder saber el futuro. Magdalena tiene tres altercados con la autoridad por haber creado a éste artefacto. La vida para Magdalena se deshace, está limpia de pecados e impoluta de verdad se aferra al frío veraniego de creer que el artefacto sí funciona. La vida para Magdalena se aterra y enfría más el helado corazón cuando siente combatir y enfrentar a la justicia fríamente. El primer caso el haber inventado un artefacto para poder alcanzar el futuro, el segundo exponer a la humanidad en un riesgo, y el tercero altercado o problema que se enfrenta la jovenzuela es perder la mente humana por un alto riesgo que corre en averiguar, saber, observar y alcanzar el futuro con su propia mente dejando inerte al cuerpo y sosteniendo la crudeza de un cuerpo vacío sobre el espacio. Cuando se siente como el deseo y como la vez aquella en vaticinio o premonición innata por alcanzar a su propio futuro. La vez aquella cuando Magdalena se aferró al desenlace frío, autónomo y tan indeleble como poder creer en la oscuridad de un cuento infinito de esos en que el cielo dibuja claramente un sólo venidero futuro. La vida de un cometa de luz se tornó exasperadamente inocua, pero, muy translúcida, transparente y muy abstracta la luz para poder descifrar y alcanzar el futuro. Cuando arde como el sol y como una sola verdad impoluta que arde en el comienzo frío, si Magdalena se aterra al cálido desenlace frío de entrever la razón inocua y tan trascendental como es el frío de un invierno que transcurre en un lapso de tiempo más corto de los inusual. Y logró llegar el invierno, sí, el equinoccio frío y tan invernal. Cuando el artefacto inocuo, pero, muy atraído a alcanzar el futuro, si se edificó el tormento y más el saber, averiguar y pertenecer para alcanzar el futuro. Y la vida acontece cuando en el alma de Magdalena se aferra a éstos tres pormenores con la máxima autoridad. Y ella, Magdalena, se aterra en saber que el destino es frío como el camino y que se entristece por no poder expresar al mundo por ese artefacto inventado, fraguado y de un numen inventivo como poder alcanzar el futuro. Porque cuando en la alborada se pierde un reflejo como lo es el alma de Magdalena cuando se cree en el venidero, en el vaticinio y en la premonición de un sólo futuro. Y para alcanzar el futuro sólo Magdalena se aterra al frío y más al desconcierto álgido de entretener entre sus manos a un sólo futuro. Si Magdalena se aferra al frío en poder sentir y más que eso saber, averiguar y alcanzar el futuro, pero, lo sabe y lo peor es que lo cambia para evitar estudiar y trabajar. Magdalena se aferra al deseo y más que eso al futuro y ya casi enfrentando a la autoridad que la persigue por ese artefacto, la autoridad la mantiene en el anonimato y en la más absoluta privacidad para que los entes no se sorprendan ni se preocupen por un futuro que puede ser irreal. Magdalena se aterra al sentir y presentir a la autoridad cerca de ella porque a la verdad que incomodan para ella concentrarse, pensar, imaginar e inventar con su artefacto futurista, drástico y no tan errático. Magdalena se aferra a saber el futuro cuando la autoridad la persigue insistentemente, pero, la autoridad no quiere que se pueda saber ni el futuro ni mucho menos un artefacto inventado por una mujer hacia el mundo. Magdalena desea convidar y converger que su alma se aferra al frío desenlace destronando a su vida y más a un futuro incierto.

Magdalena es incontrovertible a la situación cuando en cámara y en periódico sale la jovenzuela a enfrentar cargos por conspiración hacia la humanidad inventando, creando y pensando un artefacto futurista, drástico y no tan errático. La presencia de éste artefacto en la vida de Magdalena sólo adquiere un grado de superflúo en énfasis como en el trance directo de la manera más vil de saber, averiguar, observar y alcanzar el futuro. Si la vida de Magdalena se acaricia totalmente en la forma más cruel de todos los suspiros y de todos los tiempos en poder saber de la forma más vil sin poder saber a ciencia cierta que el pasaje de la vida se siente mortificado. Porque cuando se encrudece el deseo es más que el tiempo y más que el deseo en que se convierte como la total razón en que se convierte el desenfreno de la vida. Cuando en el desenlace frío entre el artefacto y Magdalena se aferra al desenlace frío y entrever la sola razón perdida en querer saber, averiguar y poder observar y alcanzar el futuro. Y en el mal deseo y más en el embate frío de entrever la razón se pierde el acometido frío de ver y de acariciar a la sola razón pensando, imaginando e inventando lo que cree en el alma de Magdalena un sólo pensar e imaginar e inventar y con la sola caricia de tener en sus pensamientos y sentimientos un sólo artefacto para saber, observar, averiguar y alcanzar el futuro. La autoridad persigue a Magdalena desde un punto, el cual, se intensifica más y más el porvenir incierto de dar a conocer un sólo artefacto para la única humanidad. ¿Como Magdalena se libera de éstos cargos en contra de la humanidad y más con la autoridad? Si Magdalena se aferra al frío desconcierto de dar una sola certeza en poder creer en el trance directo cuando sólo se siente como el frío o como el trance directo de liberar a su alma de la prisión o de la cárcel. Si para la autoridad era un duro daño hacia la humanidad, conspiración y un sólo artefacto atrayendo la frialdad hacia un sólo cometido frío y era sentido para la autoridad como un terrorismo de estado sólo haciendo temer hacia lo desconocido para una humanidad y a un futuro que aún no se vive menos se sabe. El primer cargo fue el haber inventado un artefacto mental y ¿cómo Magdalena se libra de las cadenas de la prisión?, pues, en la acusación expresa que sólo es un juego y que persiste en saber jugar con el contrincante a predecir nada más un futuro incierto. El jurado y el juez que la condenó le expresa que… -¨si es un juego está perfecto, porque aún adivinando el futuro no lo aciertan ni los clarividentes ni los astrólogos y si eres una más una más quedarás como todos ellos, sin saber a ciencia cierta el futuro, es claro¨-. El segundo cargo de que acusan a Magdalena es de conspiración en exponer a la humanidad en riesgo por saber, averiguar o querer alcanzar el futuro y ¿cómo Magdalena se libera de tal acusación?, pues, exponiendo en que una pitonisa puede ver claramente el futuro y lo expresa ante todos y que nadie se ha muerto o temido por un futuro predecido. Y el tercer cargo, para Magdalena, es perder la mente humana por un alto riesgo que corre en averiguar, saber, observar y alcanzar el futuro con su propia mente dejando inerte al cuerpo y sosteniendo la crudeza de un cuerpo vacío sobre el espacio. Y, ¿cómo se libera Magdalena de éste tercer cargo?, pues, expresando al jurado y al juez que muchas sectas diabólicas hacen tales cosas como extraer la sangre de cuerpos humanos y que no ha habido ningún caso al respecto en su pueblo y que dejar al cuerpo pensando, imaginando e inventando un futuro incierto que sin ser creíble hasta que se pueda vivir no es presente vivido. Y para el juez los tres cargos fueron suficientes para dictar sentencia y fue un inocente Magdalena de los tres cargos enfrentados a sala en contra de Magdalena. 

Magdalena se aferra al frío, pero, más es una ilusión lo que le expresó el juez. Una inocencia, una sentencia deliberada a su favor y un trayecto solitario cuando cae todo a su lugar como en el comienzo. Si Magdalena se atrevió a edificar la esencia y más la presencia de entrever la sola razón, cuando salió en libertad y por la puerta ancha. Si Magdalena se aferró al frío en poder saber, averiguar, observar y alcanzar el futuro para realizar buenos cambios en su vivir y en su existencia, pero, aunque quiso y sin poder más que vivir sin presentar en su mente y en sus pensamientos a su propio futuro. Cuando a Magdalena sólo la eleva a sentir una plena insatisfactoria mala situación cuando el futuro se enaltece en ruidos y por un sólo silencio autónomo para poder liberar a su mente, pasado, presente y de un futuro incierto que desea saber, mirar, observar y averiguar para poder alcanzar el futuro. Si para Magdalena es imprescindible poder saber, averiguar y observar el futuro para poder alcanzar un futuro, y para saber el futuro no más ella sabe cómo hacer leer, predecir y vaticinar el futuro, sí, con su propia mente, pensamiento y sentimiento, pero, para Magdalena se aterró al desafío frío y al desastre en poder creer en el desconcierto frío, pero, tan indulgente como el álgido viento. Magdalena se aferró al frío y a la aventura en poder saber, averiguar, descifrar y alcanzar el futuro, pero, en una mañana quedó extasiada y muy deliberada de un sólo espanto y tan segura como el cometa de ida y sin regresos. Y Magdalena quedó como el suburbio autónomo en hacer creer en el alma viva de un sólo rencor cuando al futuro sin alcanzar no pudo más, Magdalena. Cuando en el recelo de la vida y de la existencia quedó como el frío o como el embrague de la fría verdad en que sólo el desconcierto sin deja saber, ni predecir ni vaticinar el futuro para poder alcanzar el futuro. Cuando en el alma de Magdalena se aferró al frío desconcierto en poder perfilar un futuro desconocido. Porque en el alma de Magdalena se aterró al mal sabor de entrever que casi se rinde ante un futuro inerte, inmóvil e intransigente como el delirio delirante en hacer creer en el alma una sola verdad. Si en el desierto frío Magdalena se acoge al venidero instante en que se cree que la penitencia y la verdad figura como intrascendente, intrínseca y muy adolorida de un sólo espanto, cuando Magdalena, cree haber vivido una vida de una cruel mentira. Si Magdalena hace una cruel insistencia cuando en el alma de ella, y en su futuro se cuece de un débil espanto cuando en el altercado frío se siente como sin poder descifrar un futuro, una esencia, un delirio, vaticinar y predecir por alcanzar sólo un futuro y era el de Magdalena. Y Magdalena se aterró al frío y a la desesperación de un inerte futuro cuando crece como leona criando a su cría. Y Magdalena se rinde, se crucifica en una cruz, y en un delirio delirante de hacer creer en el alma que no consigue lo que cree en un futuro inerte, inmóvil, y de un sólo desastre de creer en el alma como lluvia mojando a unas alas y sin poder volar ya queda en el suelo por donde mismo quedó con alas mojadas. Y, así fue, que la vida de Magdalena se aterró al frío y más aún sin saber, averiguar ni predecir ni vaticinar ni alcanzar el futuro. Cuando en el desenlace fatal de un abrir y cerrar el cometa de luz se aferró a la oscuridad y más que eso como un evento de esos en que el futuro es incierto, impredecible, y sin poder predecir ni vaticinar queda el alma de Magdalena y sin poder descifrar más su futuro. Cuando en el alma de Magdalena se aferró al frío y al álgido viento se entristece de un sólo espanto cuando arde el deseo de ver al cielo como en una comitiva desierta cuando sin saber, observar, predecir y vaticinar ni alcanzar su propio futuro. Si para Magdalena se aterra al frío y al álgido viento si cree que el futuro es ambigüo y sin ser continuo se aferró al deseo de saber, averiguar y alcanzar el futuro.     

Magdalena se aterró al frío y sin poder saber de su propio futuro quedó como el otoño seco sin hojas que vuelan por el cielo. Si Magdalena falla en observar su futuro, será todo, porque sin saber, averiguar ni alcanzar el futuro es delirante como el delirio sosegado en creer que la forma y la manera de ver en el cielo a unas alas y poder hacer volar es cuando en el alma de Magdalena se aferra al frío y en poder vaticinar, predecir, saber y observar el futuro. Si Magdalena se aterra al frío desconcierto en poder saber, predecir, y vaticinar un futuro, por el cual, se aterra por el frío y de un artefacto inerte, futurístico, drástico y sin ser tan errático, es cuando comienza a deliberar y a vaticinar a su propio futuro. La vida para Magdalena es ser tan indeleble como en el mismo comienzo en querer hacer cambiar un sólo deseo en el futuro venidero, preeminente y de un tiempo perenne. La vida sólo le hace creer a Magdalena que la vida es como es y hay que vivir el presente siempre pensando en el futuro. Y Magdalena sólo quedó observando, mirando, prediciendo, vaticinando un futuro que, por el cual, calló en un presente vivido. Y, Magdalena, sólo quiso en ser como el presente cuando quedó observando, mirando, averiguando y sabiendo el futuro, un futuro, el cual, no llega porque la vida no pasa cuando queda Magdalena sólo muerta en un presente, y sin deliberar, amarrar la vida, ni tan cerca de la realidad quedó Magdalena, sí, y tan plena como la esencia y más como la virtud que le otorga la vida misma. Magdalena quedó plena, deliberando un cometido de flores fugaces como aquellas rosas de la primavera en que quedó como un invierno frío y sin ser tan álgido como el viento quedó como las flores indelebles de rosas innatas como su eterna fragancia por olfatear. Y, así, fue la vida de Magdalena, cuando quedó adherida por siempre a ese artefacto futurista, drástico y ser tan errático cuando queda fuertemente imborrable a ese artefacto que, por el cual, quedó como el dolor, o como el funesto mal instante o como el frío en el invierno o como el calor en un eterno verano. Cuando Magdalena quedó como imán adherido al tormento frío fue como envenenar el álgido invierno como la nieve en el paraíso o en el Edén. Y Magdalena, se aferró al frío y al venidero instante cuando el artefacto se ha llevado a Magdalena de un todo. Y el artefacto quedó en soledad cuando la mente, el pensamiento y los sentimientos de Magdalena se aferran al frío desconcierto y tan frío fue convidar la vida cuando se aterra al frío dentro de ese artefacto futurista, drástico y sin ser tan errático. Y Magdalena se aferra al álgido viento cuando ni con sus alas puede volar lejos ni imparcialmente ni totalmente, cuando las alas se hallan totalmente mojadas. Y Magdalena se aterra al sentir el calor, el fuego y al cálido sol cuando se encrudece el tiempo y más las más frías y malas situaciones cuando en el presente se debate en un invierno y no en un verano y así lo siente y lo presiente como un fuego voraz y tan atroz como sentir adherido en su cabeza y en su pensamiento y en sus sentimientos el rico artefacto en poder creer que lo pierde con tan sólo dejar mente, sabiduría, pensamientos, latidos del corazón y todo en el mismo artefacto. Si Magdalena se aterra al frío veraniego cuando era sólo un invierno frío. Y, Magdalena, callando en el suspiro inerte de creer en la alborada cuando calla el silencio y el sabio instante cuando el artefacto quedó como el deleite y tan delirante de creer en el combate cruel de una luz en que casi se cuece el alma de Magdalena. Y, Magdalena, débil en la fuerza de su propio instinto quedó adherida al artefacto y la autoridad, aún, la persigue y quizás la salva de ese infructuoso momento cuando arde el silencio y el sabio instante de quedar amarrada, adherida y atada a un funesto artefacto futurista, drástico, y ser tan errático por querer alcanzar el futuro. 




FIN    



  • Autor: EMYZAG (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 11 de abril de 2024 a las 00:02
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 4
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